El 18 de febrero próximo, si no hay inconvenientes, el PRM se convertirá en un partido adulto, con vistas a participar en las elecciones del año 2020. Es el momento de definirse como una organización democrática y pluralista, provista de una ideología progresista, que además de los liderazgos existentes, sea capaz de integrar a más cuadros y militancia, mujeres, jóvenes y frentes sectoriales, pequeños empresarios e intelectuales, que plantee como objetivos fundamentales, salud, educación, empleo, vivienda, transporte público y seguridad para las grandes mayorías. Debe volcar sus energías a conquistar los corazones en los campos y barrios dominicanos, en una sociedad hastiada de tanta corrupción y abandono para beneficio de unos pocos que incumplen los principios y promesas de sus años bajo el liderazgo de Juan Bosch.
Para la presidencia del Partido se han postulado cuatro meritorios dirigentes; sin embargo, para mi opinión el Dr. Jesús Feris Iglesias es el más idóneo por ser portaestandarte de la apertura del Partido a todos los sectores que quieran contribuir a superar la crisis a que nos ha llevado la hegemonía antidemocrática del PLD.
Ahora el problema no debe ser si el partido puede ser manejado por cuatro o por dos dirigentes, como se ha señalado, sino discutirse racionalmente los problemas y que muchos puedan participar, de acuerdo a sus posibilidades, porque un partido democrático ni un gobierno pueden funcionar bien solo con las capacidades, poder e intereses de unos pocos.
Creo que Jesús Feris tiene la probidad y la voluntad para ayudar a abrir el Partido y vincularse a todos los que hacen real oposición, para entre todos luchar contra los males que afectan a la nación con sentido de equilibrio y que se escuchen las voces de quienes no quieran ser simples testigos de decisiones prefabricadas.
La lucha contra la corrupción y la impunidad, la estrategia electoral, la vinculación con el Movimiento Verde, la seguridad fronteriza, la democracia interna y la política de alianzas, no pueden ser problema de dos ni de cuatro, sino de todos los que estamos en el PRM y de los muchos dominicanos que quieren integrarse a una lucha común por salir del despotismo sin sentirse comprometidos con un líder en específico.
Lo mismo puede decirse de los seis candidatos a Secretario General, que deben ajustarse a un estilo endogámico a partir de los que ya están, sino atraer a todos los sectores con sus propios líderes, hasta convertirnos en una maquinaria formidable para que elimine el caudillismo, el canibalismo y la intriga como armas políticas.
Es el momento de abrir al Partido de par en par sin pensar en quién puede llegar a presidente en un futuro cercano, de atraer y orientar a otros opositores por nuestra coherencia. Que los opositores perseguidos se sientan apoyados por nuestro Partido y sus líderes, si es que queremos que todos se sumen a la tarea común de sacar al país del cieno en que se encuentra.
Un congreso que defina su ideología y objetivos de lucha, solidaridad partidaria, sin señalamientos ni exclusiones, deben ser las consignas de la hora, si queremos ser las claves del triunfo de la democracia y de la regeneración política y social dominicana.