El problema de la delincuencia

El problema de la delincuencia

Existe una situación muy delicada en el país desde hace varios meses: la delincuencia como una epidemia cualquiera azota a toda la sociedad dominicana.

Todo hace pensar que se quiere sembrar el miedo para imponer otras cosas.  Por este motivo el pueblo se está recogiendo en sus casas.

El origen parece estar en que la juventud preparada, y la que no lo está,  se siente defraudada y de ahí su frustración por la falta de oportunidades de trabajo.

Es que no existen plazas ni siquiera en las más grandes empresas, aún cuando se tenga una excelente preparación.

Abundan  sí los desplantes de los funcionarios y los que sí trabajan reciben muy buenos emolumentos del gobierno, las famosas botellas y el “barrilito”, que ya ofenden al más sumiso ciudadano.

Sin oficios definidos, sin vigilancia de las autoridades, la rebeldía de la juventud emerge como demostración de inconformidad y para combatir ésta, parece que será necesario,  como en los años del 1920 al 1930 y más, establecer las correccionales o el servicio militar obligatorio para reducir la vagancia y establecer la disciplina y el orden.

Y además creando nuevas fuentes de empleo reproductivos, llevando la ayuda fácil al campo, lo cual aumentaría la producción y reduciría la importación de rublos que sí pueden obtenerse labrando nuestras tierras y desarrollando una buena ganadería y después dando facilidades por el gobierno para establecer industrias que procesen esos productos.

No hay lugar a dudas al afirmar que una de las principales causas de la delincuencia responde a la falta de trabajo para los jóvenes, que a falta de éste, se dedican al tráfico y venta de las drogas.

Si queremos salir de este flagelo, hay que  mejorar la instrucción pública, creando empleos bien remunerados y el pueblo volverá a vivir en paz. ¡Fuera la demagogia! ¡A vivir todos en paz!

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