El problema no es la coca

El problema no es la coca

En las recientes conversaciones entre el gobierno de Colombia y los lideres de la guerrilla de ese país se ha puesto en discusión la eliminación de las plantaciones de coca del territorio colombiano como una manera de erradicar la cocaína y el narcotráfico.

A pesar de los meses en negociación, aun no se vislumbra un salida al conflicto ni a esa discusión. Según la versión gubernamental, la guerrilla se ha alimentado del narcotráfico.

El líder guerrillero negociador dice que la coca es beneficiosa para la humanidad, en tanto que el gobierno, con un presidente con aspiraciones electorales y con deseos de obtener ventajas políticas, considera que esa planta debe ser eliminada porque es la base de la cocaína y del narcotráfico.

Aunque pareciera que el problema reside en la producción de la planta que da lugar a la cocaína, desde el punto de vista bíblico o espiritual, la raíz del fenómeno del narcotráfico y de la producción de coca o cocaína, tiene que ver con el amor al dinero y con la vanidad que envuelve a los que se involucran en el narcotráfico, y con aquellos corazones vacíos que se dejan engañar por el consumo de esas drogas.

La República Dominicana ha incautado numerosos bienes provenientes del narcotráfico. Se afirma que los bienes decomisados recientemente suman cerca de 200 millones de pesos.

El hecho que el narcotráfico utilice vehículos lujosos, de los últimos modelos, relojes de los más caros del mundo, con grandes fincas, dándose con lo que consideran son la “mejor vida”, con numerosas bebidas, villas, apartamentos, denota que el amor al dinero va unido al deseo de la vanidad y la vanagloria del mundo. Sienten que quieren darse el lujo y los placeres que tal vez no han podido disfrutar de ningún otro modo.

Como dice la palabra de Dios, en 1 Timoteo 6:10: Porque el amor al dinero es raíz de toda clase de males. Y como un abismo atrae a otro al abismo son muchos los que de diferentes esferas sociales y económicas son atraídos precisamente porque su corazón está dominado por la codicia, la avaricia, la vanidad o el vacío de corazón.

El tema entonces no está en si se elimina la coca de las discusiones entre los colombianos para alcanzar la paz. El problema de fondo consiste si es posible el arrepentimiento para que en lugar del amor al dinero el corazón sea lleno de Jesucristo. Como dice la Biblia: y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz. (Colosenses 1:20)

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