El problema no es el virus, es el miedo al virus

El problema no es el virus, es el miedo al virus

Al momento de escribirse este artículo las cifras confirmadas de la Organización Mundial de Salud (OMS) indican la cantidad de 279,791 muertes por el COVID-19. Esta cantidad contabiliza las muertes de todos los países desde que se detectó la pandemia en Wuhan, China, equivalentes a un promedio de casi 70,000 muertes mensuales en 4 meses.
Los hechos indican que no se vislumbra la posibilidad de que en los próximos meses desaparezca el virus a menos que se descubra una vacuna efectiva para el mismo. De igual modo, la velocidad con que se aplican las pruebas de detección del COVID-19 no permitirá que en el menor tiempo posible se identifiquen todos los casos existentes para el respectivo tratamiento.
El mundo está repleto de enfermedades y fatalidades con las cuales debemos convivir, y son las causantes de millones de muertes. El factor diferenciador en cuanto a la cantidad de muertes de unas y otras está condicionado por la conciencia social tanto colectiva como individual que se aplica en cada una. A continuación algunos ejemplos.
Según el informe de ONUSIDA sobre las cifras mundiales del sida, murieron alrededor de 770,000 personas a causa de dicha enfermedad en el 2018. Esto equivale a 64,167 personas mensualmente.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2019 fallecieron 1.5 millones de personas a causa de tuberculosis, lo que equivale a 125,000 personas mensuales. La misma organización nos dice que alrededor de 1.35 millones de personas mueren cada año como consecuencia de accidentes de tránsito para una relación de 112,500 personas mensuales.
Las estimaciones de UNICEF, Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la División de Población de Naciones Unidas, indican que 6.3 millones de niños menores de 15 años murieron el año antepasado por causas que eran prevenibles. A eso se suma que 8,500 niños mueren diario a causa de la desnutrición, lo que equivale a 3.1 millones de niños al año.
Desde muy joven escuchaba la expresión popular que reza, “lo que mata es la flecha no es el indio”. Hace unos días, en nuestra intervención en la reunión sostenida entre los presidentes de los partidos políticos con el pleno de la Junta Central Electoral (JCE) señalé que la mayor amenaza para las próximas elecciones no es el COVID-19, sino el miedo al COVID-19.
Debemos acostumbrarnos a la idea que habrá elecciones el 05 de julio en medio del coronavirus. Hasta ahora los modelos de predicciones para determinar los picos de la pandemia en diferentes países han fallado. República Dominicana no ha sido la excepción. Es muy seguro que tendremos que aprender a convivir con el coronavirus.
Nelson Mandela dice que “la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo”. La forma de mitigar el contagio masivo del coronavirus será conquistando el miedo que infunde el mismo. Si tomamos las medidas de distanciamiento social, sanitarias y agregamos una alta dosis de conciencia social entonces podremos vencer al COVID-19.
Para los fines electorales, el miedo al coronavirus se combate con muchas orientaciones e informaciones, y con la puesta en marcha del protocolo sanitario determinado por la JCE; pero la gente debe conocer ese protocolo con mucha antelación y tomarle confianza. Los cuerpos castrenses y la policía electoral asignados en cada colegio electoral deben garantizar que cada ciudadano acuda a votar teniendo garantías de que no se permitirán aglomeraciones en las entradas; no existirán grupos de personas reunidos en las esquinas y que todos los votantes respetaran las medidas estrictas de distanciamiento en las filas. De ser posible, debería contemplarse la instalación en cada centro de votación de túneles sanitizadores para que todo el que entre y salga del recinto reciba una descarga del mismo.
Por tanto, con informaciones oportunas, distanciamiento y conciencia social tendremos elecciones ejemplares el próximo 05 de julio del 2020. Todo depende de la junta, el ministerio de salud y de cada dominicano.

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