El drenaje fluvial de la ciudad, para que maneje las correntías, requiere de una solución técnica, económica y cívica
El ingeniero Pedro Delgado Malagón ha planteado que resultaría más barato trasladar la Capital que resolver el problema del drenaje fluvial en la actual ciudad.
Y ha basado su sugerencia en que lo que dificulta el control del agua es que el crecimiento desproporcionado de la ciudad se ha producido sobre “una roca caliza, arrecifal muy permeable, llena de agujeros, llena de irregularidades, de humedad, entonces el agua subió y presionó un revestimiento que no tenía ninguna función como no fuera producir un efecto estético en la pared para tapar la roca”.
Y el Estado no dispone de presupuesto para corregir eso.
A eso se agrega que la planificación no ha estado a la altura del crecimiento de la Capital, por lo que no se hicieron a tiempo las inversiones en la infraestructura para el drenaje fluvial, que si bien no se pudo haber previsto que el cambio climático iba a traer sequías tan extremas y lluvias tan anormalmente voluminosas como las ocurridas en estos tiempos, sí debió prever que el crecimiento de la ciudad la despoja de áreas boscosas que facilitan la infiltración y que, en consecuencia, las correntías serían mayores y la red de drenajes debían servir de cauce sin que provoquen estragos lamentables.
Pero también hay un problema cívico.
En la mayor parte de la ciudad la basura aparece por doquier, esparcida en sus calles, aceras y contenes.
El resultado es que los imbornales se tapan y el drenaje deja de cumplir su función.
Esto solo podrá resolverse cuando quienes tiran la basura reciban una sanción moral de parte del resto de los demás mortales, sin dar espacio a una actitud cómplice, y cuando se apliquen sanciones económicas y hasta penales a quienes observen esa incivil acción, y cuando la basura deje de ser basura y se convierta en un recurso económica que vaya a la industria del reciclaje antes de ocultarse en los imbornales.
Si no hace resuelve todo esto, en la nueva ciudad sugerida se reproducirán los mismos males.