Faltando apenas un año para las elecciones congresionales y municipales 2010, la Junta Central Electoral (JCE) no ha  completado las etapas iniciales de organización de  un proceso al cual, al margen de la complejidad que lo caracteriza, habría que incorporárle una serie de innovaciones que conllevan tiempo y dinero. 

Para estos comicios, la Ley 176-2007 obliga a la JCE a incluir la elección de 200 nuevos cargos en los distritos municipales, lo que implica la creación de nuevas juntas y colegios electorales, y la contratación de más personal.

Pero además,  la Junta está a expensas del Congreso Nacional respecto a la aprobación de los legisladores de ultramar, y la creación de la Circunscripción Nacional para la elección  por acumulación de votos de los diputados previstos en el proyecto de reforma constitucional; la ley de partidos políticos, el voto preferencial, y la modificación de la Ley Electoral  número 275-97.

En adición,   el pleno de la Junta Central Electoral  tiene retrasos con la aprobación de varios reglamentos y resoluciones que tienen que ver con la creación de nuevas circunscripciones electorales y el voto preferencial, así como con otras tareas prioritarias del proceso que son responsabilidad de la Dirección de Informática del organismo.

Incertidumbre.    “En este momento nosotros estamos en una incertidumbre, porque no sabemos con certeza si la Junta tendrá que organizar elecciones para los miembros del Parlacen,  los legisladores de ultramar, las autoridades de los distritos municipales; si va o no el voto preferencial, y una serie de cosas que están incluidas en proyectos de leyes que cursan en el Congreso, y eso  no es bueno; ese es un tema que hay que resolverlo urgentemente”, manifestó el presidente de la Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral, doctor Roberto Rosario Márquez.

Cara o cruz

Julio César Castaños Guzmán

No hay retraso. Los 13 meses que faltan son suficientes para convertir en certeza las incertidumbres y organizar unas magníficas elecciones”

Roberto Rosario Márquez

Para quien no organiza ni ejecuta las elecciones es muy fácil decir que no hay problemas, pero la realidad es que la incertidumbre que hay no es muy buena”.