El progreso al revés

El progreso al revés

Juan Carlos Mejía.

En nombre del progreso, los dominicanos hemos aceptado y aguantado de todo. Nos han impuesto salarios miserables, mala educación y salud, falta de empleo, contaminación ambiental, impunidad, pobreza y corrupción a todos los niveles.

Cientos de personas fallecen por falta de medicamentos de alto costo, y otros porque no tienen un seguro médico que le permita cubrir parte del procedimiento. No hay oportunidades dignas para los profesionales, y mucho menos para aquellos que no han podido serlo.

Desde años nos han vendido la idea de ir en la autopista del progreso, aunque en el costado de la misma nos choquemos con realidades como una familia llorando a su hijo arrebatado por una delincuencia en franco crecimiento, o simplemente por la irresponsabilidad en la lucha contra enfermedades totalmente prevenibles como es el caso del dengue.

Lo que padecemos y aceptamos los dominicanos  con tanta naturalidad no es el resultado del azar, sino un proyecto sistemático debidamente planificado por una élite política y empresarial rancia, que se sirven mutuamente para perpetuar e inhibir las reacciones legítimas frente a los golpes del poder.

¿Cómo salir de la trampa? Ante este escenario, es necesario un replanteamiento del estado actual que vaya de la mano de una juventud organizada, con coraje,  valores e ideas inquebrantables, con plena conciencia de que a la larga los que sufrirán las consecuencias de este desastre  con nombre de progreso serán ellos y sus descendientes.

La construcción de una resistencia en el marco de las ideas y de la resistencia práctica pacífica, a tono con los tiempos actuales, se hace urgencia para darle vuelta atrás a este progreso al revés que solo favorece a los que más pueden.

De lo contrario, continuaremos mirando perplejos escenarios como la justificación salarial de senadores huérfanos de ideas y propuestas, y viviendo por el resto de nuestros días el sueño de tener una vida digna en un país donde el desorden y la explotación de los de arriba forman  parte de un mismo proyecto sin límite de tiempo.

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