El próximo secretario general de la OEA

El próximo secretario general de la OEA

LAURA GUZMÁN IBARRA
Hasta el momento, siete de los ocho secretarios generales de la Organización de Estados Americanos han sido sudamericanos. Miguel Angel Rodríguez, efímero y pasado secretario de la OEA, fue el primer centroamericano en destronar a los del Cono Sur y además lo logró con el consenso de todos los países miembros. Debido a la repentina renuncia del expresidente costarricense a cargo de la OEA, en consecuencia por aceptar sobornos durante el tiempo que fue presidente en Costa Rica, quien queda a cargo de la Secretaría General, es el doctor Luigi R. Einaudi, secretario adjunto y segundo cargo jerárquico de la OEA, de acuerdo con lo que dicta la Carta de la Organización a la falta de un presidente.

El doctor Einaudi, diplomático americano, quien entre otras cualidades tiene la experiencia de trabajar por más de 25 años en el Departamento de Estado de los Estados Unidos, viene siendo, de manera interina, uno de los primeros representantes de Norteamérica.

A raíz de la renuncia de Rodríguez se quiso buscar nuevamente el consenso de los países latinoamericanos para proponer un candidato centroamericano, pero aparentemente no han logrado conseguir al candidato que reúna las condiciones necesarias y no tenga la amenaza de ser juzgado por las leyes de su país.

Hasta ahora, el Presidente de Guatemala está tratando de que de todas formas la Secretaría General quede en Centroamérica y está apoyando a Gert Rosenthal, ex Secretario de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). El Salvador, por su parte, está proponiendo al expresidente Francisco Flores mientras y también se ha manejado el nombre del expresidente Armando Calderón Sol. Honduras ha apoyado al expresidente Carlos Flores, Nicaragua al ex canciller Ernesto Leal y Perú propone al canciller Manuel Rodríguez Cuadros. Por otro lado, el presidente chileno Ricardo Lagos reveló el interés de postular un candidato a la OEA.

Durante la clausura de la Cumbre Latinoamericana del Grupo de Río, celebrada en Brasil, los mandatarios que se dieron cita el 5 de noviembre decidieron iniciar consultas para elegir en el más breve plazo posible un secretario general de la OEA, en reemplazo del costarricense Miguel Angel Rodríguez.

Se quería volver a repetir la hazaña de llevar un candidato por consenso, y muchos de los países centroamericanos han hecho mucho hincapié en lograrlo, pero obviamente que entre el Cono Sur y Centroamérica será muy difícil llegar a un acuerdo como ese, aunque quizás el candidato propuesto por Guatemala tenga más posibilidades, gracias al apoyo que le está dando su gobierno.

Geográficamente, el Caribe es considerado como parte de Centroamérica. Sin embargo, me llama mucho la atención la ausencia de propuestas caribeñas para este puesto, y aun me causa más sorpresa que la República Dominicana, con candidatos a la altura de dicho puesto, no haya propuesto algún candidato, atendiendo a la importancia que el Presidente Fernández le da a la Política Exterior dominicana y a la Comunidad Internacional.

Un excelente candidato dominicano lo hubiese podido ser el ex canciller Eduardo Latorre, quien luego de finalizar los 4 años del periodo gubernamental 1996-2000, del Presidente Fernández, fue designado por el mismo organismo como secretario permanente de la OEA en Lima, en el año 2000. Lo lamentable es que no lo podamos proponer por su fallecimiento en el 2003.

No obstante quedan personas que pueden ser postuladas por nuestro país por reunir las condiciones idóneas, como es el caso del exvicepresidente, Jaime David Fernández Mirabal, quien entre sus diversas experiencias profesionales incluye varios años de trabajo como consultor de la Unión Europea y de las Naciones Unidas, en Italia y Centroamérica, además de que goza del prestigio suficiente para esa alta Secretaría.

Se me hace difícil pensar que Centroamérica y Sudamérica logren ponerse de acuerdo para proponer un candidato por consenso, pues ya Venezuela ha objetado la candidatura de Francisco Flores, de El Salvador.

Como centroamericana, como caribeña, y ante todo dominicana, me encantaría que la República Dominicana, a través de una propuesta de un candidato a la Secretaría General de la OEA, devuelva el prestigio y honorabilidad que tanto necesita ese organismo, y, al mismo tiempo con esta acción posesionaríamos a nuestro país de un sitial inamovible en la comunidad internacional.

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