El proyecto Ciudad Juan Bosch

El proyecto Ciudad Juan Bosch

Es harto difícil que un proyecto de urbanismo y arquitectura en los tiempos actuales sea administrado de principio a fin. Las oportunidades de ordenar todas las variables que implican, a veces no es fácil, pues hay que adaptarse a situaciones pre-existentes, que no obedecieron a planificación alguna y que, como consecuencia, se desarrollaron a partir de intereses particulares que casi nunca respondían a la intención de hacerlo bien, sino a cuanto más barato sale y cuanto más le gano, sin importar el daño producido, sobre todo en el futuro. En cualquier ciudad de nuestro país, acomodar un proyecto a las mejores condiciones medio ambientales, demasiadas veces resulta trabajoso, por la realidad que encuentran los arquitectos y urbanistas en su labor profesional.

Malas orientaciones de las calles conducen a malas orientaciones forzadas de los edificios, altos niveles de ruido por la presencia de actividades conflictivas con las áreas habitacionales, como el caso de los colmadones, o uso de las calles y aceras destinadas al desplazamiento seguro del peatón, ocupadas por tarantines y negocios ilegales. De la misma manera, uso de calles para actividades deportivas de los jóvenes por falta de espacios adecuados.

La Ciudad Juan Bosch es una hermosa oportunidad para hacerlo bien desde el comienzo hasta el final. Es un proyecto que no está amarrado a nada que no sea la hermosa idea de proveer de casa a un sector de la población marginado de la posibilidad de acceder a una vivienda digna, en un barrio digno y en condiciones de habitabilidad dignas.

Según hemos podido leer, en la poca información que se obtiene en Internet, el proyecto será para una población de aproximadamente cien mil personas. Esto es más grande que las poblaciones de diez provincias que tienen más de cien años de fundadas. Tampoco hemos podido ver si se han considerado las variables medioambientales que inciden desde la óptica urbana y si el trazado de las calles ha respondido a las mismas.

De la misma manera decimos con respecto a la obra arquitectónica. Según pudimos apreciar, nos preocupa que olvidaran integrar las edificaciones al medio ambiente, pues notamos que los edificios de habitaciones están orientados en todas las direcciones, lo que podría significar que algunos no respondan a la mejor orientación, lo que implicaría que muchos de los usuarios no estarían conforme con las condiciones de confort térmico que se crearían al interior de sus viviendas. Es posible que hasta un 33% de los edificios no respondan a las condicionantes climáticas de diseño, lo que podría llegar a más de un 60%, siendo grave en cualquiera de los casos.

Este no debiera ser así en el proyecto Ciudad Juan Bosch, ya que todo se supone planificado, previsto, estudiado. Sobre todo las variables medio ambientales, tan necesarias hoy para lograr bienestar y economía de los habitantes, y como hablamos de tanta gente, por razones de escala, una economía para el país. Quisiéramos estar equivocados, pero tememos que no es así.

El tema del medio ambiente está de moda hoy, todos hablamos de él permanentemente. Tenemos un Ministerio de Medio Ambiente que exige la realización de los estudios de Impacto Ambiental para los diferentes proyectos. Desgraciadamente estos estudios no consideran todavía las condicionantes climáticas de diseño, tan importantes en los resultados finales de los proyectos, sobre todo por su repercusión económica para los usuarios y el país.

Esta es solo una voz de alerta, pues todavía estamos muy a tiempo.

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