La industria del cemento es de las más contaminantes del mundo. La antigua Fábrica Dominicana de Cemento del otrora paradisíaco lugar “La Zurza”, junto al  río Isabela, dejó gran contaminación en dicho cauce fluvial, luego de años afectando por el aire la salud de la población aledaña.

En Gonzalo-Los Haitises, la  roca caliza débil y absorbente constituye el eje fundamental de su sistema hidrológico. Las excavaciones y extracciones destruirían en pocos años galerías organizadas por milenios de erosión natural en su manto freático, que no solo harían perder sus aguas de escorrentía que corren por gravedad, sino que la  disolución química y erosión mecánica le harían perder gran parte del agua que se acumula por la presión hidrostática que le permite llenarlas, porque se saldría de su reservorio natural obedeciendo al principio de los vasos comunicantes; reduciendo así el caudal acuífero de toda la región.

Existen otros lugares sin el alto valor ecológico de la zona de Los Haitises para establecer una fábrica de cemento, aunque quizás sin tantas facilidades económicas y logísticas como las ofrecidas a esa compañía para destruir nuestro preciado patrimonio natural; que también es cultural, por las cavernas y petroglifos aún sin investigar en gran parte.    La importancia social y económica del recurso agua que aporta Los Haitises al presente y el futuro dominicano no requiere ser enfatizado.

Otros efectos sociales que cabe tener en cuenta con  el eventual establecimiento de una fábrica de cemento en Gonzalo-Los Haitises son: el aumento de la presión demográfica en la zona, por la oferta de mano de obra en el Proyecto; la disminución de la calidad de vida en su área de influencia, debido a las  emisiones que contaminarían el aire; el aumento de los accidentes de trabajo, por el tráfico y el manejo de equipos pesados, la modificación negativa  de los valores culturales locales y los  conflictos potenciales con las comunidades debido al rechazo del Proyecto y por expectativas de mejoría no satisfechas.

En el orden económico, el proyecto también supondría la reducción de la capa vegetal en todo su entorno, lo mismo que del hábitat natural de la fauna allí presente; así como el deterioro de los terrenos al afectarse el ecosistema y la contaminación del suelo, el agua y el aire, con los residuos y escombros del Proyecto. A mediano plazo, la  intervención depredadora en una zona vital para el desarrollo sostenible del país, sería una catástrofe para la agricultura, el turismo y la supervivencia misma de nuestra nación.

Los Haitises es la región del país que ha merecido más atención y estudio en los últimos 50 años. Este Proyecto es un insulto al espíritu de servicio de ciudadanos y científicos dominicanos y extranjeros  de varias generaciones, que le han dedicado buena  parte de su vida a conocer y proteger esos lugares.

El intento de establecer una fábrica de cemento en Gonzalo no solo sería un crimen de lesa patria, porque atentaría contra la economía, el bienestar social y la biodiversidad de nuestra nación, sino que constituiría una verdadera burla a la inteligencia y al buen nombre de nuestro país.