«El proyecto que más me gusta es el próximo»

«El proyecto que más me gusta es el próximo»

POR CLARA SILVESTRE
Para Rafael Álvarez no existe una fórmula mágica que permita determinar lo que a la gente le va a gustar cuando se trata de diseñar y decorar hoteles y restaurantes, por lo que en su trabajo trata especialmente de tomar algo pequeño y convertirlo en una gran idea, contrario a lo que muchos hacen, crear proyectos grandes con ideas pequeñas.

Se basa en el hecho de que existen lugares que están siempre llenos y nadie sabe el porqué, y cuando se les pregunta a las personas por qué asisten a determinados sitios no pueden explicarlo, sólo dicen que les resulta agradable. A este fenómeno Álvarez no le ha encontrado respuesta, pero asegura que no tiene que ver con el diseño. «Mucha gente ha tratado de seguir la típica fórmula: hazme uno igualito, y repiten un diseño en otro lugar, y entonces le va mal».

Explicó que detrás de una gran idea se encuentra alguien que cree en la calidad, en la comida y el diseño, pero asimismo un proyecto es completamente diferente a otro, porque muchas veces el lugar dice como se debe actuar, por lo que el diseño evidentemente ayuda a que los clientes lo entiendan.

«Los restaurantes funcionan cuando la gente que vive alrededor va, y lo convierten en el restaurante del vecindario, y el turista va porque el mismo vecindario lo recomienda. Es una mezcla, y a veces la gente del vecindario deja de ir, porque hay muchos turistas. Ese es un ciclo que se da muchas veces», agregó.

Al cuestionarle sobre lo que se usa hoy día, respondió: «Lo que siempre se usa es la buena calidad en la comida, si se trata de un restaurante, y esto tiene que ver mucho con la decoración. Por ejemplo, para diseñar un restaurante, usualmente si es de chefs, yo paso de 3 a 5 días con ellos en la cocina, porque precisamente quiero familiarizarme con la comida que ellos producen antes de diseñar el restaurante, en el entendido de que creo que no puedes diseñar un restaurante formal cuando la comida es informal, y como se quiere que los clientes se sientan tiene que ver con el diseño».

«El proyecto que más me gusta es el próximo», afirma, y en ese sentido entiende que el trabajo de diseñar tiene dos puntos importantes: uno es que nunca se está contento cien por ciento con lo que se hace, porque siempre se aspira a que se va a hacer más, y el otro, que si tuviera la oportunidad de volver a diseñar cada sitio otra vez, de seguro lo hiciera diferente.

El diseñador dominicano destaca que ha aprendido una filosofía de los chinos: «En la misma cama con diferentes sueños», al señalar que «mucha gente tiene la idea de que ellos saben lo que quieren y el diseñador lo que hace es reproducir lo que ellos tienen en su cabeza. Ese no es mi trabajo, mi trabajo es tomar la idea que tienen sobre algo y convertirlo en lo que creo que debe ser. Es una mezcla de los dos. Mi trabajo es ver en la dirección que vas y darte la dirección que debe ser».

PERFIL

Rafael Álvarez es dominicano, residente en Nueva York desde hace 13 años. Estudió en la Escuela de Artes de APEC y luego fue profesor de diseño en Altos de Chavón durante diez años y director de diseño gráfico de la Fundación del mismo nombre por espacio de dos años y medio. También estudió arquitectura.

Reside en el exterior desde 1991, contratado por una importante compañía de diseño, en ella permaneció durante 13 años. Sus mayores trabajos han sido con hoteles y restaurantes, lo que le ha permitido reciente crear su propia compañía, «Rafael Álvarez Design».

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