El PRSC contra la pared en el desafío
de sobreponerse a fraccionamientos

El PRSC contra la pared en el desafío<BR>de sobreponerse a fraccionamientos

Lo esencial es que la asistencia a las urnas, a las que están invitadas más de cuatro millones de personas,  resulte siquiera medianamente significativa

POR JUAN BOLÍVAR DÍAZ

Con la elección mañana domingo de su candidato presidencial para los comicios del próximo año, el Partido Reformista Social Cristiano se juega el desafío de revertir el fraccionamiento y la pendiente resbaladiza en que está sumido desde su salida del poder hace 11 años y   recuperar su identidad.

 Lo primero a lograr es una concurrencia siquiera medianamente significativa a la votación primaria a lo que están invitados más de 4 millones de ciudadanos y que los resultados de los comicios no generen los enfrentamientos y divisiones que han afectado a los colorados en los dos últimos comicios nacionales.

 Con el respaldo de gran parte de la dirección y el liderazgo nacional del partido, y favorito en las encuestas de los últimos meses, el ingeniero Eduardo Estrella parece la   opción del reformismo en la actual coyuntura, aunque no se debe descartar un triunfo del pragmático cultor del clientelismo popular Amable Aristy Castro.

Crecientes tensiones

Al igual que ocurrió con los otros dos partidos mayoritarios, el PRSC llega a la víspera de su convención electiva con crecientes tensiones entre los tres contrincantes, mientras sus dirigentes trataban de lograr la firma de un pacto para garantizar la aceptación de los resultados y la unidad partidaria.

Las diferencias al interior del partido colorado no han sido mayores que las que hasta fines de enero afectaron a los perredeístas, y hasta el mes pasado a los peledeistas, que en ambos casos lograron concluir sus procesos sin fraccionamientos, aunque con sensibles diferencias, especialmente en el caso de los gobernantes.

Sin embargo, para los reformistas el desafío es mayor por cuanto ellos arrastran un proceso de fragmentación significativo en los últimos años, especialmente a partir de su anterior elección de candidato presidencial el 30 de marzo del 2003, cuando se originó el desprendimiento de los grupos que encabezaban Jacinto Peynado y el actuar canciller Carlos Morales Troncoso.

Para medir la importancia de esos desprendimientos sólo hay que recordar que ambos políticos y empresarios fueron los vicepresidentes de Joaquín Balaguer en los diez años de gobierno de 1986 al 96. Peynado también fue el candidato presidencial electo para las elecciones de 1996. Él y Morales Troncoso aparecieron en las encuestas   durante más de una década como los favoritos del reformismo después de su caudillo, y previsibles sucesores.

Sin embargo, ambos fueron relegados sorpresivamente durante la campaña para la elección del candidato a las presidenciales del 2004, cuando apareció súbitamente el «fenómeno Eduardo Estrella», quien ahora protagoniza una aparente bipolarización con el caudillo higueyano Amable Aristy Castro. Tres semanas antes de aquella votación una encuesta Gallup para la revista Rumbo colocó a Estrella en primer lugar con 38.7 por ciento de las preferencias de los reformistas, dejando a Peynado con sólo 28.2.

Las tensiones han subido en las últimas semanas hasta el punto que se cuestiona si quien pierda de ellos aceptará el veredicto. Al tercer contendiente, el exgobernador del Banco Central Luis Toral, pese a ser portador de lo que algunos analistas consideran el mejor discurso, se le atribuye una bajísima intención de voto, 1.4 por ciento en la encuesta Gallup-HOY de abril, víctima de la bipolarización.

La estrella de Eduardo

Si por las encuestas fuera, Eduardo Estrella volvería a salir mañana con la candidatura reformista. Aunque sólo consiguió el 8 por ciento de la votación en las presidenciales del 2004, se le apreció como víctima de las divisiones internas y la pendiente resbaladiza en la que viene su partido desde la decadencia y posterior muerte de su caudillo, ocurrida en el 2002.   

   Desde entonces ha seguido apareciendo en todas las encuestas como la figura más presidenciable entre los reformistas. Aunque en la última Gallup-HOY, hace casi dos meses, se redujo significativamente su preponderancia. En la de noviembre del 2006 él había sido preferido por el 46.3 por ciento de los encuestados, pero en abril bajó 11 puntos, al 35.3 por ciento.

En la última investigación se desplomaron las preferencias de Toral del 8.2 al 1.4 por ciento. Quien cosechó abundantemente fue Amable Aristy Castro, quien subió del 18.7 al 25.6 por ciento, pero todavía diez puntos por debajo de Estrella.

Aunque la votación no será sólo de los militantes reformistas, ya que se hará con el padrón universal de electores, se estima que predominarán los miembros del partido. De cualquier forma en la Gallup de Abril se mantenía casi la misma diferencia porcentual cuando se preguntaba la preferencia sólo a los que identificaban como reformistas. Estrella recibió el 45.1, Aristy el 36.8 y Toral seguía en el 1.4 por ciento.

El padrón podría ser un motivo de conflicto, pues aunque los tres contendientes aceptaron que fuera abierto y lo ratificaron el martes en una reunión en la Junta Central Electoral, se han expresado suspicacias de si uno u otro podrían ser beneficiarios del voto expreso de militantes de los otros dos partidos mayoritarios.

Hay quienes aprecian que el resultado podría ser cerrado entre Estrella y Aristy y en tal caso las perspectivas reformistas de repunte serían menos auspiciosas, porque si no se produce división, al menos habría serios disgustos.

El proceso de hace 4 años fue más traumático porque la candidatura se decidió con una diferencia de sólo 4 por ciento entre Estrella y Peynado. El santiaguense consiguió el 51.88 y el capitalino el 48.l2 por ciento de la votación, que entonces representó el 26 por ciento del padrón del partido que fue el utilizado entonces.   

Los seguidores de Peynado, respaldado por Morales Troncoso y Federico Antún Batlle, denunciaron fraude, particularmente en San Pedro de Macorís, donde Estrella obtuvo el 91 por ciento de los votos. Ese sector nunca aceptó el resultado y de inmediato creó un «Equipo Nacional Colegiado» integrado por un directorio nacional de 500 miembros y una comisión ejecutiva de 75, que dio origen a su progresiva separación del partido, aunque una parte se quedó en el PRSC, incluyendo a su actual presidente, Federico Antún.

Amable clientelismo

Son muchos los que creen que Amable Aristy Castro podría alzarse con la candidatura colorada debido a los amplios recursos económicos de que dispone y a su capacidad aparentemente ilimitada para repartirlos. Lo favorece el hecho de que en los otros dos partidos mayoritarios predominaron quienes más repartieron, Miguel Vargas Maldonado y Leonel Fernández.

Sin embargo hay diferencias fundamentales, pues en aquellos casos todas las encuestas los presentaban ganadores, lo que no ha ocurrido con Aristy. Y al menos el presidente Fernández es un verdadero líder dentro de su partido y en el ámbito nacional. Vargas Maldonado contó desde el principio con el respaldo mayoritario de la maquinaria partidaria. En el reformismo hoy ese apoyo favorece a Estrella. Se dice que con unos 20 de los 31 miembros de la Comisión Política, 15 de los 21 diputados y 2 de los 4 senadores.

Hay quienes creen que la capacidad de «amarre» de Amable se impondrá finalmente y hasta que podría ser beneficiario del voto de cuadros perredeístas y peledeístas que lo consideran mejor para sus intereses. Particularmente se le atribuye la simpatía del expresidente Hipólito Mejía. No faltan quienes consideran que también los peledeístas lo preferirían, considerando haría más factible la posibilidad de que el presidente Fernández sea reelecto en primera vuelta.

A Aristy Castro se le atribuye el haber llevado al PRSC a la alianza con el perredeismo para los comicios legislativos del año pasado. Pero en 1998 negoció con el PLD para llegar por primera vez a la secretaría general de la Liga Municipal. ´Él se ufana de mantener esa capacidad para «llevarse bien con todos».  

El caudillo higueyano sostiene con orgullo que el clientelismo a través de las dádivas es cosa esencial de la política. Esta semana reconoció, en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, que reparte dinero lanzado desde su helicóptero. Muchos creen que esa inversión puede redituar mañana domingo.

Identidad del PRSC

Uno de los mayores desafíos del PRSC es recuperar su identidad, dejando de presentarse como comodín de negociación con los otros partidos dominantes para jugar a sus propias fuerzas. Ese papel se lo atribuyó en vida su propio caudillo cuando en 1996 apoyó desde la primera vuelta al Partido de la Liberación Dominicana que era la tercera fuerza del sistema, relegando a su partido a esa posición, de la que no se ha recuperado.

La imagen de negociador de Aristy Castro no facilitaría ese objetivo y un nuevo revés en una tercera lejana posición podría acentuar la dispersión de los reformistas, fundamentalmente en beneficio del actual partido gobernante.

Por su parte Estrella ha insistido en que los reformistas transiten su propia ruta y en tal sentido se opuso a la alianza con el perredeismo en las elecciones del año pasado. Entre analistas políticos se estima que este ha logrado proyectarse como un político «atípico», al que no se le asocia a ningún manejo turbio.

En sectores contestatarios y de clase media influyente no satisfechos con el actual sistema partidista Estrella es visualizado como receptor del voto disidente. Su propaganda televisiva no deja de provocar alguna hilaridad como en la campaña del 2004, pero se beneficia de la imagen de un «político diferente».-

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