El PRSC, entre cambios y resistencia

El PRSC, entre cambios y resistencia

Se celebró la Convención el nueve de agosto como estaba previsto, pero poco se ha conseguido con esto; los problemas internos permanecen intactos sin lograrse la deseada unidad que afloran los simpatizantes del reformismo desarticulado.

Nuevas autoridades del partido fueron electas, ninguna ha sido posicionada en sus cargos debido a que nunca hubo un entendimiento previo que fortaleciera esa elección y conllevara a la aceptación de las mayorías del partido.

¿A dónde fue a parar la sensatez de los que dominan el escenario reformista?

Los partidarios del reformismo, cansados de la misma cosa, claman por cambios radicales internos que puedan impulsar de nuevo a ese partido hasta una posición de importancia en el electorado nacional.

Se está cansado de que el partido sirva solo de bisagra a otras agrupaciones y los que es peor, que sirva solo a los intereses de los que hasta ahora lo han manejado.

Con la celebración de la Convención de agosto pasado, se tenía la esperanza de que las cosas cambiaran en ese sentido. La escogencia del ingeniero Carlos Morales Troncoso debió marcar este inicio renovador, pero por alguna razón que se desconoce no ha sido así.

El presidente electo del partido aparentemente asumió sus funciones en un acto masivo celebrado recientemente en Higüey, patrocinado por el cacique provincial Amable Aristy.

 No obstante, para la mayoría de los reformistas comprometidos con los cambios, esto todavía no es una clara señal que pueda significar el arranque definitivo hacia la recuperación del partido.

Carlos Morales revestido sin dudas de buena fe, posee las herramientas necesarias para llevar al reformismo al lugar que le corresponde, pero este proceso tiene necesariamente que complementarse con la participación de todos los dirigentes compromisarios del mismo.

Cuando un partido quiere avanzar tiene que hacerlo dentro de un esquema de planificación, donde sus organismos participen y se sientan motivados para hacerlo, las improvisaciones en este sentido cuentan poco, en ocasiones sirven para mantener la visual del partido viva, pero cuando lo que se quiere es competir electoralmente es necesario proceder de otra forma.

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