El PRSC podría desaparecer

El PRSC podría desaparecer

El Partido Reformista es una organización fundada en el año 1964, durante el gobierno del Triunvirato, estando el doctor Joaquín Balaguer, su líder histórico, en el exilio. Francisco Augusto Lora también formó parte, junto a un conjunto de hombres y mujeres, en la creación de ese exitoso proyecto político.

A partir del año 1966 los partidos Reformistas y Revolucionario Dominicano fueron una especie de eternos rivales, tal y como se les llamó en una oportunidad al Licey y al Escogido en el béisbol de invierno de la República Dominicana.

Sin embargo, desde el año 1996 el Partido Reformista ha sido desplazado de su tradicional espacio por el Partido de la Liberación Dominicana. Desde la primera vuelta electoral de ese año hasta los comicios de medio término, celebrado en el 2002, la entidad política fundada por Joaquín Balaguer ha venido registrando terceros lugares de forma consecutiva.

El 15 por ciento que obtuvo Jacinto Peynado en la contienda de 1996, en su calidad de candidato presidencial, tiene su explicación, pues como se sabe no recibió el respaldo requerido del doctor Joaquín Balaguer y cientos de miles de militantes reformistas sufragaron por el doctor Leonel Fernández desde la primera vuelta electoral.

Ese acontecimiento, empero, es historia patria. Ahora lo que procuro es analizar las posibles causas por las que el Partido Reformista no ha podido recobrar el terreno perdido. Se sabe que los antiguos reformistas están todos abultando la matrícula del PLD, pero es bueno preguntarse ¿Por qué no han retornado al partido que tiene el hermoso lema «ni injusticia ni privilegios?

Esos reformistas no han vuelto a su vieja casa. Y el problema viene desde el mismo momento en que se firma, en junio de 1996, en el Palacio de los Deportes, el famoso Frente Patriótico, el cual impidió que el doctor José Francisco Peña Gómez, candidato presidencial del Acuerdo de Santo Domingo, ascendiera al poder político. Fue una forma de Balaguer echarle «jabón al sancocho», para que no se lo coma ni Peña ni él, pero a partir de ese momento es que se produce la mudanza hacia el PLD. Mudanza que no ha tenido retorno y posiblemente ese sea el costo político de haber apoyado al doctor Leonel Fernández.

Ya van cuatro los procesos eleccionarios consecutivos donde el PRSC queda en tercer lugar. Y para las elecciones a celebrarse dentro de dos semanas, para escoger al presidente y al vicepresidente de la República, el gallo colorao, conforme a las últimas encuestas de opinión, está destinado a coger su quinto tercer lugar consecutivo. Y ahora se habla de una distante tercera posición, en una contienda donde los resultados a obtener podrían ser determinantes para la definición de su futuro político.

La situación reformista es el resultado de un conjunto de circunstancias que van desde la muerte de Balaguer hasta errores que bien pudieron evitarse, como fue la forma equivocada como se manejó su traumático proceso convencional y la incapacidad exhibida por su dirección para unificar a los sectores en pugna. Para Jacinto Peynado la cúpula reformista, inclusive, ha sido el principal motivo de discordia. Naturalmente, el candidato presidencial, el ingeniero Eduardo Estrella, en ningún momento despertó interés en el conglomerado reformista y algunos atribuyen ese hecho a que no cuenta con el perfil que demanda su militancia.

Se han ido sepultando paulatinamente las posibilidades de Eduardo Estrella constituirse en opción de poder. Aunque logró sumar a muchos dirigentes importantes a su proyecto, incluyendo a prominentes figuras que estuvieron al lado de Jacinto, el apoyo de este último a Leonel Fernández, en un hecho ocurrido recientemente en Miami, asesta un golpe duro, por lo menos psicológico, a las pretensiones del candidato reformista.

Y faltando dos semanas para la contienda electoral no se vislumbra ningún acontecimiento que pueda modificar la suerte, en término electoral, del Partido Reformista. Sin el menor interés en ocasionar ofensas, el PRSC tiene asegurado un lejano tercer lugar y con tendencia a bajar puntos, porque la gente pierde motivación cuando establece que su candidato no tiene posibilidades, como en efecto ocurre con el ingeniero Eduardo Estrella.

Esa proyección desgraciadamente tiene que darse con mayor fuerza en el Partido Reformista, una organización con vocación de poder, cuyos dirigentes y militantes históricamente les ha gustado «estar arriba» (¿es más cómodo, verdad?), por lo que no se descarta una estampida de dirigentes y militantes reformistas hacia el PLD y el PPH. De hecho tanto Hipólito como Leonel en determinados momentos de esa entidad.

Partiendo de esa tesis tanto el PLD como el PPH aumentarían sus porcentajes a costa del empequeñecimiento reformista, pero a quien menos le conviene crecer de esa manera es a Hipólito, porque Leonel también crece y en el hipotético caso de que el PLD no cuente con el 50 por ciento necesario para ganar el 16 de mayo, como viene alegando el PPH, con los puntos que recibiría ante el descalabro reformista ahí mismo cuadra.

Si el PRSC recibe un porcentaje muy bajo en mayo 16 significa describir un futuro sombrío. Podríamos estar en presencia del inicio de la desintegración de esa organización política, tal y como ocurrió con la otrora poderosa Unión Cívica Nacional.

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