El Pueblo de Pescadores

El Pueblo de Pescadores

Aparte de concurrir a las hermosas playas de Las Terrenas, el objetivo de los visitantes era ir a comer en uno de los típicos restaurantes del denominado Pueblo de Pescadores, que compitiendo con el mar y la arena, eran un deleite de quienes disfrutábamos del paisaje de la ensenada.

 Con el inesperado incendio del 7 de mayo pasado se creyó que se retornaría a la ley de los linderos marítimos de los 60 metros, de manera que se recuperara una zona arrabalizada de tantos restaurantes típicos y endebles construcciones.

 Sin embargo, las autoridades con buen tino de promoción turística, decidieron reconstruir en el mismo lugar los restaurantes que se habían quemado completamente, llevando a cabo una reconstrucción a un estilo ahora victoriano, similar a lo que existe en la población de Samaná.

 Era necesaria esa reconstrucción, desafiando la ley de medio ambiente y manteniendo la violación del límite marino, que era criticado por muchos, y otros, que eran la mayoría, disfrutaban del paisaje imponente de la ensenada atlántica de Las Terrenas.

 No hay dudas que Las Terrenas, desde hace unos 30 años, ha estado experimentando un empuje extraordinario en su crecimiento y atractivos, para lo cual se ha visto beneficiado con la terminación del Bulevar del Atlántico, que junto a la reconstrucción de la carretera a Sánchez y la que la une con Samaná con El Limón, ha abierto un mundo  de actividades inmobiliarias y construcción de resorts que han ido saturando las calles del pueblo original de Las Terrenas.

El poblado de Las Terrenas es un hervidero humano, que en los fines de semana, y aquellos como los de Semana Santa, es difícil transitar y pernoctar. En Playa Bonita en esos días constituye una odisea que es recompensada con el degustar las buenas comidas y un ambiente para el disfrute del paisaje y del mar que coloca  la región como la de mayor atractivo turístico del país.

El crecimiento de Las Terrenas ha sido explosivo y desordenado, creando las incomodidades sociales que afectan ahora el tomar decisiones de ordenamiento y de regulación de los ambientes. Imponer orden en el desorden, tal como ocurre con Cabarete, que ya tiene un tinte folklórico de atracción que impulsa el turismo de las generaciones jóvenes. Por igual en Las Terrenas se nota un ambiente de generaciones jóvenes, que en la Semana Santa pasada, al caminar por Playa Bonita, yo era una de las pocas personas de la tercera edad.

El Pueblo de Pescadores es ya un patrimonio de Las Terrenas y es necesario obviar las condiciones legales y de medio ambiente que prohiben ese tipo de desarrollo tan cerca de la playa, ya que la costumbre se impone. En consecuencia la comunidad disfrutará de un patrimonio típico que contribuye al bienestar de la comunidad, junto al ambiente que se disfruta en la zona de punta Popy que es una discoteca al aire libre los fines de semana.

 Al construirse, en la década del 70 del siglo pasado la carretera de Sánchez a Las Terrenas, se abrió una nueva era para esa región, cuyo acceso era en yola y se le conocía por la abundancia de brujos que eran muy solicitados. Con la carretera panorámica comenzaron a llegar los pioneros, que por poco dinero adquirieron grandes extensiones de terreno,  siendo los más entusiastas muchas familias de Bonao, que por años disfrutaron en soledad la belleza de una playa virgen.

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