Tengo por costumbre escribir sobre temas que me preocupan o llaman la atención. Ejemplo, cuando celebramos alguna fiesta patria como la de la Restauración. Y lo expreso, porque desde mucho tiempo, cada vez que festejamos una de estas fiestas, con algunos amigos realizamos una especie de sondeo para saber si la gente sabe lo que éstas significan para la nación. Lo hacemos indagando este asunto por llamadas telefónicas, asistiendo a algún comercio, a la iglesia, caminamos por las calles, restaurantes, centros deportivos e incluso días después en el trabajo. Claro está, que esta “investigación” la realizamos de manera sutil.

Esto me ha llevado a escribir muchos artículos para que, independientemente de la reconocida labor que realiza Efemérides Patrias, de alguna manera hagamos esfuerzos para contribuir a una mejor orientación de las personas. Sea porque lo han olvidado, porque no se lo han enseñado debidamente o por falta de interés. Pero de todas maneras, es preocupante que de 70 personas cuestionadas acerca del significado de la Restauración, más de 60 han expresado opiniones que distan bastante de lo que en realidad representa.

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La mayoría de las personas consultadas, de diversas formaciones y oficios, expresaron que celebramos el triunfo sobre Haití; que fue el final de batallas por la independencia; el cambio de gobierno y otras opiniones similares. Esos resultados nos indican que al parecer hemos fallado en la creación de una adecuada orientación y educación popular. Lo que amerita que muchos otros sectores reflexionemos para que, de forma didáctica, simple y sencilla, apoyemos campañas permanentes que edifiquen a la población sobre cada una de las fechas patrias.

Lograr o procurar que educadores e historiadores resuman de manera didáctica y comprensible sobre la anexión de nuestro territorio a España. Sin entrar en discusiones que solo podrían entender los eruditos o apasionados y confundir al pueblo. Me refiero a difundir ideas o mensajes de lo que ocurrió, haya alguien de acuerdo o no con ello. Para que la gente pueda entender fácilmente que fue lo que significó para el país el inicio de la lucha bélica por la Restauración, que aunque se logró en otra fecha, lo que se celebra el 16 de agosto es lo que se ha denominado el Grito de Capotillo, cuando un grupo de patriotas izaron la bandera dominicana estando bajo el dominio español.

No sé en realidad si al transcurrir el tiempo ha existido la idea o interés de determinados segmentos de hacer borrar de la mente o imaginación popular que nuestro suelo patrio estuvo anexado a España, y que el movimiento que se inició para lograr esa liberación fue precisamente lo que denominamos la Restauración. Pero pienso que no debería haber ningún tipo de temor para que el pueblo, conociendo esa realidad vaya a cambiar de idea sobre España y los españoles. El pueblo no los va a dejar de querer. Al contrario, conociendo esos acontecimiento, más compresión habría.

De todas maneras, cada vez que tenemos una fecha patria, se despliegan propaganda de fiestas, rebajas en comercios y no sé cuántas cosas más; sin embargo, pudimos comprobar que, como el caso de la Restauración, lamentablemente muy pocos saben en realidad que significa. Y eso debería preocuparnos mucho.