SANTIAGO.- El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún Batlle (Quique), declaró que “el pueblo dominicano ha sufrido décadas de corrupción y falsas promesas”, en la marcha verde de ayer, celebrada en esta ciudad.

El dirigente político, quien encabezó la manifestación social rodeado de cientos de coordinadores y activistas del movimiento social “Basta Ya”, aseguró que los dominicanos no pueden aguantar “ni un segundo más que le roben su futuro”.

“Se ha acabado el tiempo de la resignación, de los súbditos. Es hora de la esperanza, de los dominicanos», expresó Antún Batlle.

El líder reformista manifestó, al ser abordado por los periodistas, que el país cada día se parece más a una dictadura que a una democracia “de dominicanos libres e iguales ante la ley”.“Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia y no con dictaduras enmascaradas”, resaltó.

Junto a los miembros del movimiento “Basta Ya”, presentes en la marcha, Federico Antún (Quique), se comprometió a seguir luchando para sacar a este país adelante “porque sabemos que juntos somos imparables y que el dinero alcanza cuando nadie roba”.

Al cuestionar a los coordinadores de «Basta Ya» el por qué de la presencia de Quique Antún en la marcha, Celina Suriel respondió que “el movimiento escogió a Quique Antún por su trayectoria, por su identificación con los jóvenes y sus propuestas constantes para tener un mejor país”.

“»Basta Ya» le debe mucho a Quique por aceptar nuestra invitación y por su constante apoyo incondicional desde los inicios del movimiento”, añadió la coordinadora.

Se recuerda que el movimiento cívico Marcha Verde concentró ayer a cientos de ciudadanos de esta ciudad, la región y otras partes del país en rechazo a la modificación de la Constitución para permitir una segunda reelección del presidente Danilo Medina.

De igual forma, los manifestantes exigieron justicia para los corruptos. En ese contexto demandaron cárcel para todos aquellos involucrados en los sobornos que la empresa brasileña Odebrecht admitió haber pagado para obtener obras millonarias, entre ellas la termoeléctrica Punta Catalina.