El puerto de Manzanillo, Pepillo Salcedo o Libertador, es el más profundo del país y el que dista el menor trayecto con la península de La Florida, y ahora tiene la dorada ocasión de explotarse para beneficio múltiple de empresarios variopintos que pretendan usarlo.

Afortunadamente la Corporación Portuario del Atlántico, S. A. que preside el destacado empresario Miguel Lama Rodríguez, ha consensuado con la Asociación Dominicana de Bananeros (ADOBANANO), para explotar el puerto de Manzanillo en armonía y beneficio de todos.

Miguel Lama aspira que todos los sectores involucrados en el sector exportador se sumen al proyecto de usar de manera óptima el Puerto de Manzanillo, y así dotar de vida económica a la depauperada área que ha sufrido una miseria terrible desde que sindicatos necios empezaron a joder con la Grenada Company obligándola a marcharse del país en 1963 y dejar toda una infraestructura valiosísima de vías férreas, planta procesadora de puré de guineos, infraestructura habitacional para obreros y ejecutivos y hasta un pequeño campo de golf en El Cerro.  Todo destruido y pillado sin que ningún gobierno lo impidiese.

La aspiración de la Corporación Portuaria del Atlántico, S. A. es que se dinamice al máximo el rol exportador por el Puerto de Manzanillo y que no solo lo usen los bananeros, sino que también constituya acceso de salida a proyectos de invernaderos  y frutales que ya se contempla desarrollar.

Es evidente que en ese proceso de desarrollo económico la Corporación Portuaria del Atlántico adquiere la contrapartida del Estado dominicano dotando a Pepillo Salcedo de un modesto pero eficiente hospital, habilitar el tramo carretero Santiago-Puerto Libertador y los concomitantes mercados de productores y PROMESE, de manera que Pepillo Salcedo logre desmarcarse de su miseria y cambie la riqueza bien habida por el tráfico de drogas que hoy apenas contribuye al soporte precario de su economía desfalleciente. ¿Se entiende?