El rebelde enmascarado regresa como “Delegado Cero”

El rebelde enmascarado regresa como “Delegado Cero”

El olor a tabaco dulzón, con un toque de cereza, no es algo que usted pueda detectar todos los días en Campeche central, una ciudad colonial construida en la costa del Golfo de México. Pero su aroma inconfundible flotaba en el aire marino esta semana cuando el subcomandante Marcos, el líder con pipa del Movimiento Zapatista, escenificó su regreso político, después de años de mantener gacha la cabeza en el estado sureño de Chiapas.

Rodeado de varios partidarios de amplio tórax, el Delegado Cero, como rebelde enmascarado prefiere que se le llame ahora, atravesó la masa de fanáticos con sus pasamontañas, turistas refunfuñones y una colección de campesinos absortos traídos en ómnibus por los líderes izquierdistas locales para inflar la modesta multitud.

Mientras se encaminada al escenario en una de las plazas públicas de Campeche, el Financial Times le preguntó si México se había vuelto más democrático en los últimos cinco años, desde que el partido Revolucionario Institucional (PRI) -contra el cual lideró una rebelión armada en 1994- finalmente, cedió el poder después de siete décadas de dominio continuo. El líder insurgente, que ya no porta un fusil, respondió con un silencio enigmático.

Quizás esto no resulte nada sorprendente, porque como dijera el Delegado Cero momentos más tardes a su auditorio, el objetivo de su nuevo proyecto, una gira nacional de seis meses por México a la sombra de la campaña presidencial principal, no es hablar, ni siquiera postularse para el cargo: solo escuchar. 

Carlos Montemayor, una autoridad en el movimiento insurgente de México y, en particular, del levantamiento zapatista del subcomandante Marcos en Chiapas, dice que esto es algo que no han hecho los candidatos presidenciales. Las elecciones del 2 de julio serán las más disputadas en la historia de México, y las encuestas recientes indican que cualquiera de los candidatos principales -Felipe Calderón del Partido de Acción nacional (PAN) de centro-derecha, Roberto Madrazo, del PRI y Andrés López Obrador, del izquierdista Partido Revolucionario Democrático- pudiera ganar.

Sin embargo, el señor Montemayor, un simpatizante de los zapatistas, dice que esos candidatos no están en contacto con el pueblo. “Cuando los políticos hablan no escuchan a la gente; cuando actúan, lo hacen como si no los vieran. En ese sentido, Marcos ha abierto una puerta política importante”.

El señor Montemayor dice que “la otra campaña”, como se conoce el viaje por México del Delegado Cero, es la extensión de lo que él dice ha sido la exitosa política zapatista en el estado de mayoría indígena de Chiapas.

Los insurgentes en Chaipas han organizado comunidades indígenas rurales, dice. También han establecido “buenos consejos de gobierno”, que controlan caminos, resuelven conflictos, implementan programas de salud y educación y hasta distribuyen suministros de alimentos.

Ahora, el Delegado Cero planea extender el experimento al resto del país, pero no antes de escuchar las amarguras del pueblo. “En 1944 y en 2001 [cuando Marcos llevó su ejército al Senado para exigir una ley sobre derechos de los indígenas] los zapatistas demandaron ser oídos. Ahora ellos quieren oír”. 

Sin embargo, en Campeche, una de las primeras paradas del Delegado Cero fuera de su hogar de adopción, el estado de Chiapas, el líder rebelde y héroe del movimiento anti-globalización todavía tiene mucho que decir.

“Cualquier cosa que resulte de `la otra campaña¨ será infinitamente mejor que la mierda que tenemos ahora, resultado de los ricos y los políticos que responden a los gobernadores, el presidente y los congresistas que han convertido a México en una desgracia”, dice.

Si el Delegado Cero sigue estando inseguro de lo que saldrá de “la otra campaña”, Guillermo Valdés de GEA, una compañía consultora que realiza encuestas en Ciudad de México, está seguro de que al menos saldrá algo: mayores posibilidades para el triunfo del señor López Obrador, candidato del PRD.

Alega que a muchos mexicanos, en particular, miembros de la comunidad empresarial, les preocupa que el señor López Obrador parezca un tanto populista para su gusto. Pero con la alternativa de Marcos, y la campaña revolucionaria borboteando en el trasfondo, de repente el señor López obrador parecerá considerablemente moderado,. “Usted puede estar seguro de que el señor López Obrador está encantado con el regreso de Marcos”, comentó.

Es difícil decir si habrá mucho más en el escenario político nacional con la reaparición del Delegado Cero. A juzgar por la respuesta de la multituda en Campeche, al menos, las posibilidades de establecer un movimiento de base en todo México -”para construir una alternativa, una que tenga el mismo color de la gente humilde de este país”- son escasas.

Un hombre, ya entrada en años, con la piel arrugada y las manos hinchadas por la artritis asentía, mientras Marcos atacaba a los políticos por ser sirvientes del imperialismo y esclavos de la deuda internacional. “Claro. Eso está bien”.

Lo dijo en voz baja. Y fue uno de los pocos en decir algo.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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