El rechinar de dientes, causa múltiples dolencias

El rechinar de dientes, causa múltiples dolencias

Reportajes. EFE. Cuando estamos durmiendo ocurre a veces que nuestros dientes comienzan a rechinar, o a apretarse fuertemente los superiores contra los inferiores, de forma incontrolada. Esta manifestación se llama bruxismo y puede causar dolores de oído, cabeza, lesiones en los dientes y problemas en las mandíbulas.

Las alteraciones psíquicas suele estar en muchos casos detrás de las manifestaciones de bruxismo, una patología que padece entre el 30 y el 50%  de la población mundial, adolescente y adulta, según datos de la sección odontológica de la OMS.

No obstante, los contactos anómalos de dientes de arcadas opuestas, de origen genético, predisponen también a la aparición del bruxismo.

Un informe del hospital Rúber Dental de Madrid (España) asegura por su parte que el problema afecta al 70% de la población española y considera que la crisis económica ha incrementado los casos de dolencia facial provocados por el aumento de la ansiedad, el estrés y el nerviosismo, especialmente del bruxismo.

Los datos, difundidos en noviembre de 2008, constatan que el número de  las personas afectadas por bruxismo que acudieron a consultas se incrementaron un diez por ciento durante ese año con respecto al anterior.

Extrema ansiedad

El doctor Guillermo Schoendorff, director del citado hospital, precisa que la situación de crisis ha disparado las consultas médicas de urgencia por casos de bruxismo, que son consecuencia de situaciones extremas de ansiedad.

Este hábito, que se sufre más en las horas de sueño que durante la vigilia, provoca destrucción y desgaste de las piezas dentales, así como importantes contracturas en las cervicales y en la cara, y molestias en la articulación de la mandíbula.

Schoendorff advierte que estos dolores pueden confundirse con una simple cefalea, aunque la intensidad del sufrimiento, en ocasiones muy elevada, puede llegar a impedir que el afectado haga vida normal y se vea obligado a pedir la baja laboral.

En otros casos, el paciente puede encontrarse con un bloqueo mandibular que le provoca la imposibilidad de abrir la boca, comer bien y hablar con normalidad.

Esta situación, que en ocasiones puede llegar a ser “dramática”, según el experto, debe ser tratada inmediatamente por profesionales cualificados.

El doctor refiere otros casos en los que el paciente refiere intensos dolores de oído similares a una otitis, sin tener ninguna infección en la zona auricular, y destaca que los músculos de la mandíbula son los más potentes del organismo por lo que, cuando se contracturan, ocasionan dolores.

Miles de aperturas de boca

“No debemos olvidar –añade Schoendorff– que una persona puede abrir y cerrar la boca más de seis mil veces al día, ya que la utilizamos para comunicarnos, alimentarnos, bostezar y, en definitiva, expresar los estados de ánimo”.

Los expertos consideran que el tratamiento de estas situaciones debe ser siempre multidisciplinar, es decir deben ser atendidas por odontólogos, fisioterapeutas, cirujanos maxilofaciales y, en ocasiones, contar con apoyo de psicólogos y psiquiatras.

En una primera evaluación se deben estudiar los daños provocados en la cavidad oral por el bruxismo –destrucción dental, caries, gingivitis y traumatismos de las encías–.

Posteriormente, el paciente debe ser evaluado por el fisioterapeuta para diagnosticar los problemas musculares provocados por esta acción de apretar los dientes, básicamente durante el sueño.

Las claves

1. El bruxismo

Provoca destrucción y desgaste de las piezas dentales e  importantes contracturas en las cervicales y en la cara, así como molestias en la articulación de la mandíbula.

2.  Advertencia

El doctor Guillermo Schoendorff advierte de que estos dolores pueden confundirse con una simple cefalea, aunque la intensidad del sufrimiento, en ocasiones muy elevada, puede llegar a impedir que el afectado haga vida normal y se vea obligado a pedir la baja laboral.

3. Investigaciones

De la Universidad Politécnica de Madrid han diseñado un prototipo de férula que avisa a sus usuarios, por móvil, que están ejerciendo una presión excesiva sobre sus dientes o  que los están rechinando, una alerta que ayuda a   evitar consecuencias.

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