Las universidades dominicanas enfrentan dos grandes contratiempos en materia de enseñanza: los estudiantes que no reúnen las competencias necesarias para la educación superior producto de las deficiencias de la educación media, y la imposibilidad de desarrollar entre los jóvenes un pensamiento crítico y sosegado debido a la multiplicidad de información que reciben del mundo digital.

Esa compleja realidad fue expuesta por el reverendo padre Ramón Alfredo de la Cruz, rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), quien consideró que ambos casos plantean una redefinición de los métodos de enseñanza.

Con relación a la formación con que llegan los bachilleres a las universidades dijo que muchos no tienen las competencias para entrar de lleno a las materias de sus respectivas carreras.

Por esas debilidades, dijo, los centros de altos estudios deben dedicar un año para recuperar lo que no se alcanzó en la educación media, sobre todo en matemáticas y lengua española.

Esto significa un atraso en el sistema educativo, porque es un año completo que se puede emplear en la enseñanza de competencias profesionales, afirmó De la Cruz en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Sin embargo, destacó que el Ministerio de Educación está implementando un programa de formación docente cuyos resultados se verán a mediano y largo plazo.
Sobre la era digital y la revolución de las tecnologías de la información dijo que el joven de hoy tiene pensamientos muy dispersos, y como manejan tanta información eso les impide desarrollar un pensamiento crítico.

En cuanto a la investigación que los estudiantes realizan para fines académicos expresó que se basa en una búsqueda en la Internet, “y eso lleva a la rapidez del pensamiento pero no a su elaboración conceptual”.

Ante esa situación las universidades deben plantearse un nuevo estilo de enseñanza que permita que el aprendizaje sea más efectivo, afirmó el sacerdote.

De la Cruz, quien fue presidente de la Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU), planteó que también es preocupación de las academias el tema financiero vinculado a la calidad.

“Nuestras universidades tienen que hacer grandes inversiones para la investigación, equipos, laboratorios, infraestructura física, y no siempre se tienen esos recursos.
“De ahí que al no tener los recursos suficientes la calidad baja, porque sin duda alguna hay una relación entre un buen estado financiero y una buena educación; no es cierto que un estudiante pueda tener un mayor rendimiento en un aula que no está en condiciones adecuadas”, destacó.

Al hacer ese planteamiento expresó que el Gobierno debería ayudar más a las universidades privadas “porque al fin de cuentas estas forman a los ciudadanos y no se les puede ver como empresas privadas, sino como un bien de carácter público”.

Sistema de enseñanza. Sobre las limitaciones del sistema educativo dominicano también opinaron Pedro Silverio y Rafaela Carrasco, vicerrectores académicos de la PUCMM.

Silverio planteó que para los profesores es un verdadero dolor de cabeza las deficiencias de los estudiantes, principalmente en las materias básicas.
Sin embargo, destacó que los alumnos que llegan con limitaciones en su formación reflejan las deficiencias de sus profesores, porque de alguna manera el maestro lleva al aula el techo de su formación.

Carrasco dijo que siempre se critican las capacidades de los profesores del nivel medio, “y a veces nuestra responsabilidad se escurre en esa idea.

“Nosotros estamos participando en una corriente internacional que se llama la alfabetización académica, y que no es más que darle a los estudiantes las oportunidades de aprendizaje que no tuvieron en el nivel medio para que puedan tener un mejor desempeño.

“De lo que se trata es de enseñar a los estudiantes a leer y escribir en las disciplinas en las que ellos se están formando. No es lo mismo leer sobre biología, física y química si nunca se han estudiado”.