POR PASTOR VASQUEZ
Tras los disturbios que deslucieron ayer el acto en que participó el presidente Hipólito Mejía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el rector de esa academia, Porfirio García Fernández, dispuso el cierre del campus y la suspensión de las docencias.

En medio de disparos al aire, la seguridad presidencial sacó apresuradamente al presidente Mejía de la UASD, cuando manifestantes lanzaron piedras en repudio a la presencia del mandatario, quien inauguró allí una biblioteca.

Cuando la seguridad sacaba al Presidente, los estudiantes enfurecidos corretearon detrás de la comitiva presidencial, que salía por la puerta Oeste de la Universidad, y lanzaron improperios contra las autoridades gubernamentales a las que acusaban de haber llevado el país a la ruina.

Mientras oficiales del Cuerpo de Ayudantes Militares tiraban al aire, hubo algunos estudiantes que lanzaron gollejos de china y aguacates a los vehículos presidenciales. El incidente ocurrió a las 12:15.

En el perímetro de la Universidad permaneció una discreta vigilancia del Servicio Secreto de la Policía Nacional, luego de haberse retirado el Presidente.

El Jefe de la Policía Nacional, Mayor General Jaime Marte Martínez, dispuso una investigación del incidente, según informó el vocero de la institución, general Ramón Francisco Rodríguez Sánchez.

Según testigos, cuatro vehículos resultaron con los vidrios rotos y cinco personas resultaron heridas de pedradas. Una ambulancia de la Cruz Roja Dominicana acudió al lugar a socorrer a los heridos.

Los estudiantes comenzaron a lanzar piedras y a quemar desperdicios frente a la biblioteca en momentos en que comenzaba el acto inaugural.

Se dijo que a la llegada del Presidente no se había notado la actitud de hostilidad, pero que minutos después de comenzar el acto salió un grupo de manifestantes que venía de la Facultad de Medicina y comenzó a vociferar consignas contra las autoridades presentes.

Los estudiantes luego procedieron a arrancar la tarja en bronce colocada en la parte frontal del edificio de la Biblioteca Central, donde decía que la obra había sido construida por el gobierno constitucional del presidente Mejía.

Testigos dijeron que la tarja fue lanzada al mar, por lo frente del Banco Agrícola, pero la versión no fue confirmada.

«Aquí no puede estar el nombre de este presidente en nuestra universidad. Fuera de aquí», vociferó una estudiante enfurecida.

También los estudiantes alegaban que el Presidente no tenía derecho a inaugurar la biblioteca debido a que pasó cuatro años sin hacer nada por la universidad y que sólo dio los toques finales a la obra que había sido iniciada por el gobierno de Leonel Fernández.

Entretanto, en una nota de prensa la secretaría de Obras Públicas afirmó que la obra había sido debidamente terminada e invitó a quienes quisieran comprobarlo a hacer un recorrido por la biblioteca.

Vladimir Taveras, dirigente de Vanguardia Estudiantil Dominicana, manifestó que la biblioteca está vacía y que las autoridades universitarias pretendían hacer un show con la presencia del Presidente.

«El Presidente tiene cuatro años y lo que ha hecho es sólo hundir al país, ahora viene a inaugurar una biblioteca que está vacía. Aquí no lo queremos», dijo.

Acusó a la escolta del Presidente de haber aterrorizado a los estudiantes con un tiroteo que consideró innecesario.

En tanto, el Frente Estudiantil Socialista acusó a los dirigentes de Vanguardia estudiantil de haber protagonizado los desórdenes.

Manifestaron que la manifestación fue preparada días antes y que muchas personas que allí estuvieron no eran estudiantes.

Ruddy de los Santos, presidente del Frente, dijo que habían personas armadas preparadas para boicotear el acto.

En tanto, los dirigentes de la VED rechazaron la acusación, tras alegar que alli hubo una manifestación espontánea de rechazo al Presidente Mejía.