El recurso de demanda para vencer las injurias

El recurso de demanda para vencer las injurias

Herramienta de alto valor para exigir castigos e indemnizaciones por daños y perjuicios que debe estar crecientemente a disposición para quienes hayan sido heridos en su dignidad; agresiones que han ganado espacio en la comunicación con redes sociales llevadas a extremos y utilizadas incluso como trincheras de vulgaridades para difamar a diestra y siniestra, a veces desde la comodidad inmunizadora del ocultamiento de identidades. La capacidad ciudadana de pedir cuentas ante las barras de la justicia es la alternativa llamada a ser eficaz para las víctimas de desafueros verbales y escritos. Siempre que el Poder Judicial asuma con neutralidad, autoridad y respeto a los plazos mínimos de atención a las formulaciones. Acá persisten las tácticas dilatorias que ponen expedientes al borde de la muerte. Resonantes acusaciones por supuesta corrupción han tenido a la sociedad en larga espera a de fallos definitivos y en riesgo de caducidad. Por desidia, debilidad de procedimientos y normativas o porque los mecanismos disciplinarios del sistema no funcionan como correspondería para preservación del decoro.

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La renuencia a convertir en funcional instrumento defensor de la verdad y el ejercicio periodístico el proyecto de ley de libertad de expresión en curso tiende a privaral país de un arma para defender reputaciones y llevar a escarmientos a los ofensores incentivados por la impunidad; alentados porque las redes siguen en el desenfreno que las hace parecer ríos de odios y denigraciones. La censura previa merece proscripción permanente tras dejar escrita en la historia republicana una larga presencia con etapas de mayor o menor intensidad. Usada incluso para aplicar contundentemente una suerte de muerte civil sin acceso a medios de difusión a críticos de gobiernos, principalmente a dirigentes políticos como el doctor José Francisco Peña Gómez, víctima de la intolerancia y la negación. No a la mordaza pero sí al reforzamiento de medios legales para reclamar reparaciones morales y subsanar materialmente por detrimentos infligidos o generar acciones penales propiamente dichas. Lo que no resistiría esta nación es que los francotiradores del descrédito sigan a sus anchas, virtualmente a salvo de sanciones.

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