El reeleccionismo debilita al PLD

El reeleccionismo debilita al PLD

POR JUAN BOLÍVAR DÍAZ
Si el presidente Leonel Fernández lleva una ventaja tan grande como dicen los promotores de su reelección y la encuesta del Centro Económico del Cibao publicada esta semana, no tiene explicación la creciente tensión entre quienes se disputan la candidatura presidencial del partido de la Liberación Dominicana (PLD).

De ser cierta una diferencia de ocho a uno, el primer mandatario debería economizarse la campaña que recién ha iniciado y dedicar todos sus esfuerzos a preservar la unidad interna de su partido que muchos comienzan a ver en peligro.

De esa manera el líder peledeista podría evadir todo desgaste, y atender el creciente clamor de críticas de los antireeleccionistas fundadas en el abuso de los recursos del Estado y el desvío de la atención de los altos funcionarios hacia la lucha electoral en desmedro de las grandes tareas nacionales.

Crecientes tensiones

Aunque formalmente apenas ha comenzado la campaña interna para la elección del candidato presidencial del PLD para los comicios del próximo año, las tensiones ya están al rojo vivo hasta el punto de que importantes dirigentes de esa organización están reclamando una cumbre de precandidatos para contenerlas.

Será este fin de semana cuando el presidente Leonel Fernández inicie su campaña en busca del voto de sus partidarios para mantenerse en el poder en el período 2008-12, aunque ya el pasado sábado realizó un acto donde recaudó 70 millones de pesos y hace meses que muchos de los funcionarios de su gobierno están dedicados al continuismo.

  Faltando aún seis semanas para la elección primaria fijada para el 6 de mayo, tanto en el interior del partido morado como en la opinión pública se tejen temores de que la lucha interna profundice confrontaciones que dejen heridas difíciles de cicatrizar. Las mutuas descalificaciones de los antireeleccionistas que arrecian sus críticas a la política del presidente, y la de los partidarios de éste que proclaman que «solo se gana con Leonel», van cavando un muro de separación cada vez más profundo y peligroso.

Las cancelaciones de funcionarios y empleados del gobierno partidarios de Danilo Medina y la conquista de algunos de otros mediante métodos poco ortodoxos han  contribuido significativamente al encono y generado reacciones agrias, como la que tuvo la pasada semana el mismo precandidato al calificar despectivamente a quienes abandonan su nave atraídos por el imán del poder presidencial.

Otro factor de confrontación ha sido el uso de recursos estatales en la campaña interna, denunciado sistemáticamente por los partidarios de Medina. Este mismo dijo esta semana que los funcionarios del gobierno llevan zinc, madera y otros materiales para repartir entre miembros de la base del partido en los lugares donde él planifica un acto a fin de reducir la asistencia.

La tensión subió tanto que al comienzo de esta semana el secretario general del partido y presidente del Senado, Reynaldo Pared Pérez, reclamó públicamente el cese de hostilidades y un encuentro de los precandidatos para reencauzar la campaña, apelando al auxilio de la comisión nacional electoral.

Religiosos  al ataque

Han llamado mucho la atención e impactado tanto en la opinión pública, como en el gobierno y el PLD los rechazos al reeleccionismo expresados en serie por obispos católicos, a los que se sumó esta semana un grupo de las iglesias evangélicas, el Concilio de la Iglesia de Dios que dice reunir a unos 800 líderes y pastores que ejercen en todo el país.

En menos de una semana tres obispos católicos se pronunciaron desde sus respectivas diócesis del interior del país, demandando que sea prohibida nuevamente la reelección presidencial. El de La Vega, Antonio Camilo, y el de Mao-Montrecristi, Diómedes Espinal, consideraron el 13 de marzo que la reelección ha sido funesta para la nación.

Las declaraciones de los dos prelados, emitidas por separado, generaron reacciones airadas de funcionarios gubernamentales, algunos de los cuales llegaron a descalificarlos. Monseñor Camilo fue señalado como «protestón consuetudinario» y hasta simpatizante del expresidente Hipólito Mejía. El obispo vegano ya había tenido tensiones con funcionarios gubernamentales por sus persistentes reclamos de obras públicas.

El domingo 18 de marzo HOY publicó declaraciones del obispo de San Pedro de Macorís quien se pronunció casi en los mismos términos, considerando que la reelección debe ser eliminada de la Constitución porque «ha sido nefasta para la República», aunque precisando que no se oponen al actual gobernante en particular, sino que profesan una concepto aplicable lo mismo a Joaquín Balaguer que a Hipólito Mejía.

La Iglesia de Dios se pronunció mediante un comunicado suscrito por su obispo nacional Elvis Samuel Medina, en el que se plantea que en vez de concentrarse en labores reeleccionistas, los altos funcionarios deberían dedicarse con más urgencia a buscar soluciones a problemas sociales como la criminalidad y la inseguridad ciudadana, la corrupción administrativa y las carencias en los servicios de salud, educación y energía.  

Los reeleccionistas deberían cogerlo suave

Por sus excepcionales habilidades políticas que lo han convertido en líder del PLD, al presidente Leonel Fernández se le otorgan muchas posibilidades de ganar la nominación presidencial. La generalidad cree que en el presidencialismo dominicano es muy difícil vencer a un mandatario al interior de su propio partido. 

Si las encuestas publicadas en las últimas semanas reflejan la realidad, como proclaman los reelecionistas, todo el esfuerzo de estos debería centrarse en llevar suave el proceso, evadiendo a toda costa la confrontación para garantizarse la unidad del partido tan pronto pase el certamen interno y manteniendo la atención centrada en los problemas nacionales. Serviría también para ahorrar recursos y reducir las críticas al continuismo.

Una encuesta nacional del Centro Económico del Cibao, publicada ayer viernes por El Caribe otorga a Fernández el 86.9 por ciento de las preferencias, a Medina un 10.4 y a José Tomás Pérez el 2.5 por ciento. Deja dudas sobre si abarca al electorado en general o sólo a los peledeístas, y cómo se llegó a estos. El cuadro solo dice «intención del voto en el PLD».

Esos resultados tan apabullantes contrastan con la percepción de que Medina cuenta también con buen respaldo en el PLD, tanto como gran parte de sus legisladores, síndicos, regidores y dirigentes.

Pero si esas encuestas reflejan la realidad, es una locura que el presidente se ponga a hacer campaña electoral y que la confrontación esté poniendo en juego la unidad partidista.- 

Reeleccionismo madrugador

En general el antirreeleccionismo se fundamenta en el rechazo a la tendencia histórica al abuso de los recursos del Estado en las campañas continuistas y porque los altos funcionarios confunden su labor con la de los activistas políticos, acentuando la práctica de convertir la administración pública en feudo del partido en el poder.

Un incentivo adicional es que esta vez el esfuerzo reeleccionista comenzó en el partido de gobierno cuando faltaba un año y medio para los comicios. Si el presidente es electo  candidato en mayo tendrá todavía un año entero en campaña con los recursos del poder a su disposición.

Aunque toda su gestión estaba en función de su continuidad, el expresidente Joaquín Balaguer solía esperar hasta tres o cuatro meses antes de los comicios para lanzar abiertamente su campaña reeleccionista. Hipólito Mejía, quien fracasó en el intento, se hizo proclamar candidato 5 meses antes de las elecciones del 2004.

No faltan quienes estiman que si se han denunciado excesos en la lucha intrapartidaria, la situación tenderá a agravarse cuando la confrontación sea entre diferentes partidos. Otros manifiestan preocupación por el creciente costo económico de las campañas electorales dominicanas. Y esta comenzó con las precampañas internas apenas el gobierno cumplía dos años.

En los ámbitos empresariales también se expresan preocupaciones porque la acción gubernamental pueda quedar condicionada al interés continuista en medio de los grandes desafíos por los que atraviesan los sectores productivos. Pero los empresarios son  cautos y se manifiestan en murmuraciones o expresiones diplomáticas.

En su discurso de esta semana ante la Cámara Americana de Comercio, el presidente del Consejo Nacional de la Empresa privada (CONEP) no aludió ni por asomo al proyecto continuista, pero presentó una cargada agenda de desafíos nacionales, pidiendo a los políticos enfrentar los problemas básicos, «dejando de lado el miedo paralizante a presuntos costos políticos».

A lo que sí se refirió concretamente Lisandro Macarrulla fue a la extensión de las campañas electorales, diciendo que no es posible que se alarguen tanto, proclamando que con un par de meses debería ser suficiente, y abogando porque se prohiban las actividades en espacios abiertos y la propaganda política, incluso por radio y televisión, antes de ese período.

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