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Tal y como expresó la correspondencia que nos enviara don Luis Arcalá, en la que el señor Hans Stalh, quien en ese entonces era el director del Stud Book norteamericano, nuestro país pertenecería oficialmente a partir del 19 de abril de 1985, a ese organismo, algo que nos agradó, ya que fueron muchas las diligencias que se habían efectuado tras la consecución de que se nos reconocieran como miembro de esa importante organización. Hay que ser justo, y reconocer, que cuando los señores Pocho Espinosa, Felo Flores y Nini Sánchez, eran los comisionados hípicos, iniciaron las diligencias de lugar para nuestro reconocimiento, pero nunca fuimos aceptados; pero nuestra insistencia en las reuniones anuales que se efectuaban, siendo nosotros el presidente de la delegación dominicana, motivó que el señor Fernando Eleta, entonces presidente de la Confederación Hípica del Caribe, por instrucciones del señor Stalh lo designara para que rindiera un informe, si nuestro país cualificaba para pertenecer a tan importante organismo, el cual fue rendido.