El reiki divide a defensores y escépticos

El reiki divide a defensores y escépticos

El reiki es para algunas personas un método curativo alternativo efectivo, que se basa en la fuerza vital universal y la energía curativa fluyendo a través de las manos de un practicante a un receptor. Pero para los escépticos es sólo un nuevo ritual esotérico absurdo. Los defensores del reiki, que se originó en Japón, argumentan que la energía universal potencialmente puede ser utilizada por todas las personas pero que sólo un iniciado puede transferirla.

Colocando sus manos en los chacras, los centros energéticos del cuerpo del receptor, el practicante restablece el flujo de la energía. Los chacras se limpian, se abren y se armonizan.

“El reiki no es una secta”, dice el profesor Ulrich Dehn, responsable de monitorear estos movimientos en nombre de la Iglesia protestante alemana. Pero Dehn advierte que no es bueno creer en las promesas de curación.

Para Michael Weiss, un profesor de reiki de la ciudad alemana de Bielefeld, el reiki se convirtió en una parte esencial de su vida.

“Al principio no me gustaba mucho”, dice. Pero todo cambió cuando su padre lo ayudó a superar una enfermedad y le enseñó cómo se practica el reiki.

“En general, las personas están recostadas sobre un sofá y yo coloco mis manos en diferentes partes del cuerpo como la cabeza, el pecho, el estómago, las piernas y la espalda”, explica Weiss. “Es como ser un receptor de radio: recibes energía y la transfieres”.

Qué influencia tiene esta energía en el cuerpo del receptor y si cura o no las enfermedades está más allá de su influencia, asegura. “Es diferente de persona en persona”.

El reiki tiene una aproximación holística que incluye todos los aspectos del cuerpo, la mente y el espíritu. Dehn, de todas maneras, es escéptico respecto de lo que llama “catálogo de explicaciones psicosomáticas” que puede ser utilizado por los defensores del método para explicar algunas cosas.

Una vez que una persona se abrió a sí misma como un canal de reiki, la fuerza vital fluye espontáneamente y en forma concentrada de las manos. Los que practican reiki tienen diferentes niveles de iniciación, desde la simple utilización de las manos para curar hasta el tratamiento de personas a la distancia o el entrenamiento de alumnos.

Hay diferentes versiones sobre cómo se originó el reiki. Se dice que el ex teólogo japonés Mikao Ushui fue el que “redescubrió” el reiki después de una visión en el siglo XIX. Mientras tanto, hay escuelas de reiki en todo el mundo.

“El reiki puede ser aprendido por cualquiera. Participar en un taller es suficiente para conseguir el acceso a la energía”, dice Weiss. Pero advierte que el reiki no puede ser una alternativa a visitar a un médico. “Es importante ver a un médico primero. El curso no es suficiente para hacer un diagnóstico”, señala.

Una sesión de reiki puede durar entre treinta minutos y una hora y puede salir de veinte euros (24 dólares) para arriba.

El profesor Dehn dice que no tiene nada en contra de “un competente maestro de reiki situando sus manos sobre otra persona”, pero advierte de aquellos que “llegan a un diagnóstico burdo psicosomático”.

Weiss está convencido de que el reiki sirve para personas, animales y plantas. “Mientras con los humanos uno en principio tiene que aceptar que el efecto placebo juegue un papel, esto no se puede decir de perros o plantas, que nunca oyeron hablar de reiki”.

“Pero los efectos positivos del reiki pueden verse claramente después de varios tratamientos. El reiki está basado en la voluntad libre del individuo. Aquel que quiere recibir reiki lo recibe. Quien no, no lo recibirá”, sentencia Weiss.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas