No puedes negar lo útiles que son; gracias a ellos sabes si es de mañana, tarde o noche; si es temprano, si es hora de ir a la escuela o algún paseo, o si llegó el momento de almorzar. El reloj, esa máquina para medir el tiempo en horas, minutos y segundos, utiliza una fuente de energía mecánica o eléctrica para mover manecillas.
Sin embargo, conocer el tiempo se remonta a la existencia misma de la humanidad, desde que la gente empezó a usar diversos mecanismos para medirlo. Los árabes median el tiempo con cálculos de tipo astronómico, los cuales fueron conocidos en su época por la gran precisión de sus predicciones.
Los relojes del sol, por ejemplo, determinaban la hora en base a la proyección de la sombra sobre determinados objetos.
También se fabricó un reloj de agua, creado por los egipcios, los babilonios, los chinos y los hindúes, quienes utilizaron el agua contenida en un recipiente graduado, llamado Clepsida, el cual indicaba la hora durante la noche al vaciarse el agua que lo contenía.
Tenemos también el reloj de arena, en el cual ésta cae de un compartimiento superior a uno inferior a través de un estrecho cuello. Cuando ha caído totalmente se invierte el reloj y el procedimiento recomienza.
No se conoce quién inventó el reloj mecánico, con manecillas que avanzan lentamente por la acción de engranaje, aunque los primeros que se han encontrado son del año 1290. Su mecanismo consiste en un conjunto de ruedas giratorias accionadas por un peso colgado de una cuerda.
Pero lo relojes, tal y como los conocemos hoy, día empezaron a fabricarse en el siglo XII de nuestra era y eran usados en los monasterios europeos.
El relojero Christian Huygens fue quien creó el reloj de péndulo, en el siglo XVIII. Pero ya antes Galileo había realizado un boceto de un reloj de péndulo en 1641.
Actualmente, la industria del reloj se ha diversificado y perfeccionado; Patek Philippe inventó el reloj de muñeca a mediados del siglo XIX. El de bolsillos fue , inventado por Peter Henlein en 1524. También tenemos relojes de mesa y de pared.
Los hay eléctricos, de pilas, sumergibles en el agua y a prueba de golpes que no son susceptibles al magnetismo y que poseen sistemas de cuerdas automáticas.
Warren Alvin Marrison, le puso cristales de cuarzo a un reloj eléctrico. Así surge el reloj de cristal de cuarzo, que es muy exacto, solo se atrasa o adelanta 3 segundos al año. Y lo más precisos y modernos del mundo son los relojes atómicos, que son utilizados para medir la hora mundial, en concordancia con la rotación de la tierra. El atraso que presenta el reloj atómico es de un segundo cada 300 años.