A pesar de una vaguada persistente que casi nos deja como una media isla al borde del naufragio, del 20 al 24 de mayo, la Galería Nacional de Bellas Artes fue prácticamente rebosada por los ávidos y entusiasmados visitantes nacionales e internacionales que se dieron cita en la FIART-Feria Internacional de Arte de Santo Domingo-, evento concebido y realizado por la empresa Ocean Dom Group, bajo la dirección de María Consuelo Padilla, Sandra Familia Landrón y Francisco Nader.
Ciertamente, la asistencia fue in crescendo desde la apertura en la mañana hasta el cierre a las 10:00 de la noche, durante los cuatro días del evento. Jueves, viernes, sábado. El domingo, los anfitriones y expositores organizaron múltiples actividades y aun cuando el boleto de entrada costaba 150 pesos, recibieron el apoyo efusivo de un público diverso, relativamente numeroso y evidentemente interesado. De manera que, en su primera edición, FIART recibe el apoyo incondicional de los espectadores, así como la confianza de algunas galerías, fundaciones, coleccionistas y especialistas nacionales internacionales de cierta importancia, además de la presencia de grandes maestros de la plástica dominicana como Iván Tovar, Alberto Ulloa, Candido Bidó, Ramón Oviedo y Guillo Pérez.
Precisamente, la noche del jueves 21, en el marco de FIART Santo Domingo 09 y en el stand de De Guillermo Galería de Arte, asistimos a la apertura de la más reciente exposición individual del maestro Guillo Pérez, titulada: Mi nuevo renacer, compuesta por más de veinte obras realizadas al óleo sobre tela en distintos formatos y diferentes períodos. Retomando el abordaje de sus temáticas favoritas y ya características de su producción (paisajes de la cana y arquitectónicos, bueyes, gallos y marinas), el gran maestro permitió a los amantes y seguidores de su obra confrontar nuevamente la fuerza de su magistral expresión plástica, sentir la fascinación que emana de su transparente y vital policromía, así como disfrutar los intensos niveles de esplendor visual que en estos momentos adquiere su poética pictórica personal,
El consagrado artista no exponía individualmente en Santo Domingo desde hace algunos años. De ahí que en esta ocasión haya declarado emocionado que su presencia como expositor en FIART 09 se ha debido a su consideración de que este evento significa un paso de avance importante para la proyección nacional e internacional del arte dominicano: Me siento lleno de entusiasmo y espíritu creativo renovado por estar en esta primera feria internacional de arte del país. Sus más recientes exposiciones individuales a nivel internacional fueron presentadas en el Museo de las Américas, San Juan Puerto Rico (2000), Uri Art Gallery, San Juan, Puerto Rico (2004) y en el Rockefeller Center de la ciudad de Nueva York (2002).
Guillo Pérez está considerado como un verdadero ícono de la plástica dominicana de la modernidad por su fecunda y extensa trayectoria; por la notable de influencia y presencia que ha ejercido su personalidad creadora en la reafirmación de la identidad cultural nacional y en el desarrollo de la visualidad dominicana de las últimas cinco décadas. Sus aportes estilísticos y expresivos en el contexto Latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX se tornarán cristalinos a través del seguimiento a lo que el propio artista define como Estructuralismo Antillano, expresión pictórica sumamente personal mediante la que llega a desplegar un repertorio metafórico donde luz, color, materia, ritmo y transparencia se tornan en auténticos signos identitarios del Caribe.
Maestro colorista de la pintura caribeña, Guillo Pérez ha sido consagrado por críticos e historiadores como una de las personalidades más emblemática del arte moderno en la República Dominicana. Es igualmente uno de los grandes representantes de la abstracción en la historia del arte dominicano. Guillermo Pérez Chicón (Guillo Pérez), nace en San Víctor, Provincia de Moca, el 3 de marzo, a las 10:36pm del 1926. Hijo de Francisco Guillermo Pérez Chicón y Ana Luisa Chicón de Pérez, nacidos en Guauci, Moca.
En 1946 cursa estudios de música y religión en el Seminario Católico del Santo Cerro, La Vega. Estudia 6 años de violín y teoría musical en Santiago. Se gradúa en la Escuela de Bellas Artes en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Estudia pintura en el taller de Yoryi Morel, con quien trabaja el paisaje al natural. Desde 1952 desarrolla una intensa labor como profesor -fundador en la escuela de Bellas Artes de La Vega. En 1958 obtiene el Premio Editora del Caribe de la IX Bienal Nacional de Artes Plásticas y en 1960 obtiene Premio en la X Bienal Nacional.
Hacia mediados de los 60s, su obra abstracta se caracteriza por los fuertes empastes y por los tonos profundamente cálidos y expresivos. El elemento informal y las estructuras geométricas de sus composiciones se mantienen en formulaciones de un estallido lírico que celebra las maravillas de la naturaleza y las tradiciones culturales de su pueblo. Sin embargo, en sus pinturas recientes accedemos al territorio de la simple efectividad en una transparente paisajística vitalizada por las referencias de la arquitectura vernácula, los palmares, los arrozales, los gallos, los bueyes, las carretas, las chimeneas y trapiches o máquinas primitivas utilizadas en la industria azucarera.
En 1970 participa en el II Festival Internacional de la Pintura de Cagnes-Sur- Mer, Francia y obtiene una Mención de Honor. Este mismo ano es designado profesor y director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo. Posteriormente fue designado catedrático de arte en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. En 1979 participa en Carifesta, La Habana Cuba. En 1995 el gobierno dominicano le otorga la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Caballero, en ocasión de sus 50 años de trayectoria creativa.
La fuerza de mi tierra es lo que me motiva a pintar el color del trópico, la gloria del mar, los campos de caña y la dura labor de sus hombres, esas son mis fuentes de inspiración permanentes, sostiene entusiasmado. Y, precisamente, en sus series Homenaje al Caribe, Tierra Adentro, Sabor a Cana, El color de mi tierra y Mi nuevo renacer, Guillo Pérez reafirma su maestría y su consagración como uno de los máximos taumaturgos del color y la materia en la pintura caribeña contemporánea.
Exposición reciente
Una gran feria de arte
La gran afluencia de público, interesado y especialista en arte, que asistió el pasado mes de mayo a la Primera Feria Internacional de Arte (Fiart 09) realizada, en días de intensa lluvia, confirma el interés que concita la pintura en el país. Y más con la participación de maestros como Guillo Pérez, Cándido Bidó, Ramón Oviedo y Alberto Ulloa.