El rencor entre Cuba y EU alcanza nuevas alturas

El rencor entre Cuba y EU alcanza nuevas alturas

Las frágiles relaciones entre Cuba y Estados Unidos se están llevando a un punto crítico por una disputa que empezó con un cartel electrónico que se fijó en un costado de la misión norteamericana en La Habana.

El letrero móvil de cinco pies de altura, que se extiende a lo largo de 25 ventanas del quinto piso de la misión, está trasmitiendo un flujo constante de citas de los derechos humanos y líderes anticomunistas. Su mensaje inaugural, “Tengo un sueño, que un día este país despertará”, del discurso de Martin Luther King Jr., de 1963, apareció en letras rojas el 16 de enero.

Los cubanos devolvieron la delicadeza con la construcción de carteles alrededor de la misión que alegan que está vinculada con los terroristas anti-Cuba en todas partes.

El tránsito en los alrededores de la misión, ubicada en la pintoresca vía habanera que bordea el mar, ha estado desviado durante varias semanas y a solo 500 pies de la puerta de la misión, “el tribunal antimperialista” -un enorme escenario al aire libre-se ha convertido en el sitio de los actos políticos y culturales cubanos.

Mientras tanto, el cartel electrónico continuó enviando en la noche habanera sus mensajes sobre derechos humanos y llamados históricos a favor de la democracia de varias luminarias, incluyendo líderes de las revueltas en Europa Oriental contra el comunismo, como el ex presidente polaco Lech Walesa y el líder checo Vaclav Havel.

El líder cubano, Fidel Castro, no está tranquilo. “El único propósito de esta basura es provocar la destrucción de nuestros débiles vínculos, ¡como si los necesitáramos!”, dijo recientemente refiriéndose al cartel. El mes pasado, el señor Castro hizo desfilar a más de un millón de personas en protesta frente a la misión.

Dice que EEUU está protegiendo a los ex agentes de la CIA Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, que La Habana acusó de docenas de actos terroristas, incluyendo la destrucción de un avión civil cubano rente a las costas de Barbados, en el cual murieron las 73 personas que iban a bordo. El señor Bosch vive en Miami, y había sido perdonado por otros delitos por George H. Bush cuando era presidente. El señor Carriles se mantiene detenido por un cargo de inmigración de menor cuantía desde que ingresó ilegalmente a EEUU el año pasado. “Cualquiera que albergue un terrorista es un terrorista”, se lee en uno de las vallas de La Habana, citando a George W. Bush, el actual presidente. Otro presenta una bomba con la frase “Bush y Posada Co.”

El señor Castro dice que la misión norteamericana se ha convertido en “el cuartel general de la contrarrevolución” y ha restringido los movimientos de los diplomáticos estadounidenses, además de reprimir la disidencia. Esta semana, Cuba bloqueó el cartel electrónico  -al que cataloga de “pérfida provocación”- con decenas de banderas negras en astas enclavadas en un antiguo estacionamiento frente al edificio de la misión.

“Esto sería verdaderamente risible si las consecuencias no fueran potencialmente tan graves”, dijo un diplomático europeo. “Uno tiene la sensación que ninguna de las partes está pensando dónde pudiera acabar”.

Cuba dice que las banderas representan las más de 3,400 personas que dicen han muerto por la violencia patrocinada por EEUU durante años, desde la invasión de Bahía de Cochinos hasta una serie de explosiones en hoteles y centros nocturnos de La Habana a finales de los años 90. Mientras tanto, EEUU insiste en que la democracia y los derechos humanos son el tema en juego en esta relación contenciosa con el “régimen totalitario de Fidel Castro”.

“Sencillamente, estamos tratando de comunicarnos con el pueblo cubano y lo vamos a continuar haciendo”, dijo Michael Parmly, el principal diplomático de EEUU en Cuba, refiriéndose al cartel electrónico.

La administración Bush ha sido particularmente agresiva hacia la isla de régimen comunista, con la expulsión de 14 diplomáticos cubanos, recrudecimiento de las sanciones, limitando los contactos a todos los niveles y ordenando a sus diplomáticos que provoquen abiertamente al señor Castro y apoyen a sus opositores.

Wayne Smith, quien abrió la misión de EEUU bajo el ex presidente Jimmy Carteer, dice que la administración Bush está tratando de provocar el cierre de las Secciones de Interés al nivel de Consejero, que se establecieron en 1977 para manejar los visados y otros asuntos administrativos.

“Muchos miembros de la administración tienen la idea de que Cuba no tiene remedio y que no deberíamos tener contacto alguno con ellos”, añadió el señor Smith, concluyendo que esa política conduciría a la cancelación de los acuerdos migratorios y una nueva crisis entre ambos países.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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