El respeto a las personas con discapacidad empieza por el lenguaje

El respeto a las personas con discapacidad empieza por el lenguaje

Mocho, tullido, mutilado… son términos que escuchamos con frecuencia en el entorno de una persona con discapacidad motora y que fácilmente podríamos identificar como ofensivos o discriminatorios.
Sin embargo existen otros nombres que se utilizan para referirse a personas con un tipo de discapacidad, aceptados como válidos por el grueso de la población, pero igualmente incorrectos. Tal es el caso de las palabras “minusválido” y “discapacitado”, y muchas otras.
Un primer paso… “Si vamos a defender los derechos de las personas con discapacidad lo primero que tenemos que hacer es referirnos bien a ellos”, explica Franco Brazobán, director de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS).
Desde el año 2013 la institución ha dado a conocer un folleto titulado “Conociendo la terminología apropiada para referirse a las personas con discapacidad”, un primer paso en la lucha por el respeto a los derechos de las personas con discapacidad.
El documento expone los términos indebidos, por cuáles deberían ser reemplazados y por qué.
Por ejemplo el término “minusválido” es incorrecto ya que “minus” es igual a menos y “válido”, equivale a valor, lo cual es lo mismo que decir que el individuo posee menos validez social que las demás personas, explica el folleto.
Usted puede seguir al CONADIS a través de las redes sociales como @conadisrd.

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