El resto del mundo no es inmune al malestar afecta a la eurozona

El resto del mundo no es inmune al malestar afecta a la eurozona

CHRIS GILES
 en Londres

Los ministros financieros de fuera de la eurozona aumentaron el potencial de la reunión del G20 en París. Ellos se reunieron para alertar que el área de la moneda única, si falla en acordar un plan decisivo para el domingo, el resultado sería lo que un ministro en privado dijo que era un “mundo de dolor”.

Desde fuera de la eurozona la solución a menudo parece más bien bastante sencilla. Si los europeos continentales se calman, o “siguen la lógica implacable”, del euro, como le gusta decir a George Osborne, canciller de Reino Unido, el problema podría ser resuelto rápidamente.

Todo lo que la eurozona necesita hacer, de acuerdo a los ministros financieros de Reino Unido, EEUU, Australia, Japón y Canadá, es recapitalizar los bancos de Europa, resolver la emisión de la deuda griega y proteger al resto de la eurozona de su aberrante miembro. Ojalá y fuera tan simple.

No es una alternativa entre las sanas y estúpidas políticas. La eurozona tiene que resolver una serie de difíciles negociaciones mientras convence a todo el mundo de que el paquete es una “solución integral” a la crisis.

Un economista diría que esta es la madre de todos los problemas de optimización constreñida.

Tome la recapitalización de los bancos europeos. Es el elemento en el plan de la Unión Europea que todo el mundo dice que es la que está más cerca de la complexión. Sin embargo, es un campo minado para los legisladores.

En este momento las evaluaciones de estrés por parte de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) deben ser creíbles, a diferencia de dos ocasiones anteriores en que los bancos se habían desplomado muy pronto después de ser declarados seguros.

Los bancos necesitan ser reforzados rápidamente para proveer la confianza de que el sistema financiero puede resistir cualquier crisis económica. Así que no puede haber una larga demora antes de que los bancos aumenten el capital adicional requerido ya sea sobre los mercados o sobre los gobiernos.

Todavía la evaluación de tensión a prueba de balas conjuntamente con la rápida recapitalización amenaza justamente el tipo de desimpulso que afectará el financiamiento y que enviará la economía europea a la recesión.

La tarea del EBA es por tanto encontrar un balance: para ser tanto o lo suficientemente fuerte para convencer a los inversionistas de la renuencia de los bancos europeos y de ser lo suficientemente flexibles para prevenir otro constreñimiento crediticio. No será fácil.

La situación de Grecia no es más fácil de resolver. Alemania insiste en que la deuda soberana griega debe ser reducida para que pueda ser sostenible, requiriendo amortizaciones de préstamos privados en exceso del 21% ya acordado. Francia y el Banco Central Europeo insisten en que cualquier reestructuración debe ser voluntaria.

Reconciliar estas dos posiciones es horrible. Mientras mayor sea la reducción, menor será el número de bancos que estén de acuerdo con participar en la reestructuración y lo peor es la última posición de deuda de Grecia. Apoyándose en que los bancos crearán cierto margen de espacio, pero está lejos de estar claro que haya un paquete voluntario viable de parte de las amortizaciones del sector privado que también hagan sostenible la deuda griega.

Como si esos dos problemas no fueran suficientemente molestos, Francia y Alemania tienen que asegurar que el plan pueda crear un fuerte disparo para prevenir la extensión del contagio hasta España e Italia. Los 440 millardos de euros de facilidad de estabilidad financiera europea debe por tanto ser impulsada, pero no a la extensión que sus pasivos mayores llamen a cuestionamiento el estatus de Francia clasificado triple A.

Aunque la eurozona pueda navegar a través de estos obstáculos, todavía enfrenta un dilema más serio a largo plazo: ¿cómo reasegurar al mundo que avanza hacia una unión fiscal sin dar carta blanca a los perpetuos pecadores fiscales para que relajen sus reformas presupuestarias y estructurales?

Como el resto del mundo alienta a Francia y Alemania, este todavía tiene que darse cuenta también de una parte de la ecuación. Prevenir una calamidad económica está claramente en los intereses de Gran Bretaña, EEUU e incluso de Australia. Así que ellos estarían en lo cierto de poner su dinero en línea para ayudar a la eurozona.

Pero, prometer también mucha ayuda podría motivar a la eurozona a reducir sus ambiciones. Los espectadores también tienen un difícil balance por alcanzar.

Nadie podría subestimar la dificultad de encontrar los mejores resultados en esta crisis. Sería muy difícil en un mundo de certezas. Pero no vivimos en uno. La incertidumbre hace los problemas más difíciles de resolver. ¿Quiénes serían Francia y Alemania en estas circunstancias?

Las claves

1. Solución sencilla

Desde fuera de la eurozona la solución a menudo parece más bien bastante sencilla, pero no es así.

 2.  Recapitalizar bancos

Todo lo que la eurozona necesita hacer, de acuerdo con los ministros financieros de Reino Unido, EEUU, Australia, Japón y Canadá, es recapitalizar los bancos de Europa.

3.  Confianza

Los bancos necesitan ser reforzados  para proveer confianza.

Se intensifica batalla por  los derivados de  los cereales

Javier Blas

 en Londres,

El fin del monopolio del Consejo Canadiense del Trigo (CWB, por sus siglas en inglés) ha provocado una competencia en el desarrollo de los contratos de futuros para los agricultores del país entre los Futuros del ICE de Canadá y el Intercambio de Granos de Miniápolis radicado en EEUU.

La batalla entre los dos pequeños intercambios de materias primas son la última señal de cómo el fin del monopolio del CWB del año próximo revolucionaría el sector de la agroindustria en el cuarto mayor exportador de trigo y el cuarto  mayor exportador de cebada en el mundo.

El CWB ha gozado de un monopolio para comerciar el trigo y la cebada de las praderas de las provincias del oriente de Canadá desde el 1942.

Pero los gobernadores conservadores introdujeron la legislación el martes para terminarla en agosto de 2012, aunque el CWB está luchando contra dicho movimiento.

El miércoles, los Futuros ICE de Canadá dijeron que lanzarían la molienda de trigo, trigo duro, que se usa mayormente para la fabricación de pasta, y los contratos de futuros de cebada si el monopolio finaliza como se espera.

El intercambio, propiedad de Intercontinental Exchange ubicado en Atlanta desde el 2007, y el anteriormente conocido como el Winnipeg Commodities Exchange, dijo que planeaba listar los nuevos contratos para entrega en octubre de 2012.

El ICE competirá contra el Minneapolis Grain Exchange, que en agosto dijo que permitiría la entrega del trigo canadiense contra su contrato de trigo de primavera de EEUU de 128 años de antigüedad a partir de mediados del 2013.

EL MGEX hasta ahora ha penalizado la entrega de trigo que no sea de Estados Unidos contra el contrato, un punto de referencia para los panaderos.

El nuevo contrato ICE será denominado en dólares canadienses, creando una ventaja contra el contrato MGEX, que es denominado en dólares de EEUU.

Sin embargo, el MGEX podría atraer negocios desde Canadá a consecuencia de la liquidez de su bien establecido contrato, el cual es ampliamente usado por los comerciantes en el medio oeste de EEUU.

Los ejecutivos y analistas de la industria dijeron que el fin del monopolio del CWB facilitaría la forma en que los grandes comerciantes, tales como Cargill de EEUU, Archer Daniel Midland, Bunge, Louis Dreyfus Commodities de Geneva, y Glencore, compren cereales directamente de los agricultores canadienses, aumentando la necesidad de protección

No obstante, Dan Basse, de la consultora AgResource, advirtió que los agricultores necesitarían tiempo antes de que se sientan cómodos en relación al uso de los contratos futuros para protección.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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