El resultado que no fue

<P>El resultado que no fue</P>

JULIO BREA FRANCO
jebfa9@gmail.com
Las elecciones hay que estudiarlas todas si lo que se busca es encaminarse a entender la política dominicana. Obviamente que no todo se resuelve en ellas pero son procesos que tratan de la sucesión del poder; lo hayan o no logrado con credibilidad.  No ayuda para nada acercarse a ellas con ideas preconcebidas. Total, elecciones pasadas son eso: pasado. Nada ni nadie podrá cambiarlo.

Hay elecciones que todavía hoy despiertan pasiones,  enconos, decepciones y discusiones. Una de ellas es la de 1986. Aún se sostiene  que el resultado no fue el que fue. Que ganó el que oficialmente perdió. En realidad,  la única manera para examinar de nuevo lo que resultó es hurgando en los datos, comparando diacrónicamente algunas variables y razonando y explicando los hallazgos.  

Hay que tener bien presente la información empírica del evento.   Los inscritos en el registro electoral ascendieron a 3 millones 39 mil 347. De ellos votaron 2 millones 195 mil 455 de electores (72.23%), los votos inválidos fueron 83 mil 710 (3.81%).  Los validos 2 millones 111 mil 745. El cómputo preliminar arrojó un total de  29 mil 15 votos protestados u observados. Los no votantes con respecto al registro electoral  843 mil 892 (28%).

Las dos primeras mayorías la registraron como partidos individuales respectivamente el PRSC (855 mil 565 – 41%) y el PRD (706 mil 588  – 33.5%).  Una diferencia de un 7.5 %. Por candidaturas y alianzas que es lo que cuenta en el nivel presidencial: Balaguer [(877 mil 380 – 41.5%) (PRSC, PQD, PNVC)]; Majluta [(828 mil 209 – 39.2%) (PRD, LE, MCN y UD). La diferencia fue de 49 mil 171 votos, esto es, un 2.33%. Esos fueron los resultados.

La zona de sospecha que se ha esgrimido con respecto a esas elecciones,  dado el margen de victoria menor de un 3 por ciento,  corresponde a los votos observados (29 mil 15)  y los votos nulos (83 mil 710).

Se ha afirmado que los primeros eran perredeístas y, por consiguiente, no le fueron contados (si se hubiese hecho,  la diferencia  se hubiera acortado:   a unos 20,156). Con respecto a los nulos también se argumenta que eran votos de Majluta,  por el doble marcado de boletas PRD y La Estructura. Si, por igual, se les hubiera sumado los 83 mil nulos,  Majluta, entonces habría ganado por 63 mil 554 votos. Si a todo ello se toman en cuenta algunas encuestas realizadas, los resultados que fueron no fueron; y estaríamos delante a una manipulación escandalosa.

La evidencia empírica, sin embargo, dinamita esas argumentaciones. El proceso electoral -dejando de lado el conflicto intra PRD y Majluta-Gobierno-Jorge Blanco- la primera y más importante complicación fue la reapertura de las inscripciones del registro electoral: una de las causantes de la votación observada.

La segunda,  la alianza parcial entre el PRD y La Estructura (LE),  ocasionó que en la boleta electoral – Majluta se empecinó que así fuese –  a que apareciese dos veces.

Esto,  para empezar.

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