El reto de Hatuey

El reto de Hatuey

UBI RIVAS
Al desertar del PRD donde transitó de la pubertad y la adolescencia hasta la madurez y formar su propia entidad política, el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSC), el licenciado Hatuey de Camps confronta el más definido como áspero reto de toda su trayectoria política sin treguas. Debo reiterar los considerandos que expuse en relación a esta decisión transcendental en la carrera política de Hatuey, persona a quien profeso aprecio, distinción y una nunca disimulada admiración, expuestos en mi entrega a HOY del día once del presente mes de marzo.

No solamente al entonamiento del canto de cisne que auguro a Hatuey en su jalonar de nuevo cuño, sino ya más bien a que es la primera vez que un partido político nace con estructuras de poder, con diputados, senadores, alcaldes y una grey amplia que le acompañó al desertar también con él del PRD.

A pocos días de ese suceso estelar en la foja política de Hatuey, se me asegura que ya el nuevo PRSD cuenta con locales abiertos en 20 de las 31 provincias del país, lo que no deja de ser un hito, pero también una prueba de tenacidad y capacidad organizativa ciertamente admirables.

Hatuey cuenta para su proyecto político de nueva trova con una zaga ancha en que aprovecha la coyuntura de un PRD altamente cuestionado no solamente por el pésimo desempeño gubernativo y la vergonzosa derrota electoral del 16-05-04 en que fue prácticamente barrido por la coalición de fuerzas políticas que lideró el doctor Leonel Fernández con el PLD a la cabeza obteniendo un porcentaje de un 57% contra un 30% sino también por las acusaciones provenientes de todos los frentes viscerados con la corrupción.

Acusaciones de prevaricación desde la distribución de los bonos soberanos, aquellos cuyas partidas y destino nunca se identificaron, el escándalo del Plan Renove; los invernaderos usufructuados por personeros del PPH, que fue la clave de la perdición del PRD como lo fuera el coronel Johnny Abbes para el generalísimo Rafael Leonidas Trujillo.

Hasta llegar al caso estremecedor del ex-capitán EN Quirino Paulino Castillo, de quien se aguarda su testificación en una jurisdicción de juicio de Nueva York, donde caerán de los altares en su remoción muchos que ni tan santos han sido nunca.

Hatuey cuenta con su formidable experiencia, donde conoce al tuerto durmiendo y al cojo sentado, es decir, a todos los activistas políticos de todos los partidos en las 31 provincia, un aval formidable para reorganizar un proyecto político que se inicia, algo que no pueden disponer muchos de sus contendores dentro ni fuera del PRD. ¡O pueden algunos cotorrones desfasados, tostados, que dicen aspirar la presidencia de la República, sobre todo dentro del PRD?

Es obvio que Hatuey, que ha demostrado disponer de la virtud de la paciencia que le enseñó su gran básiga, el doctor Joaquín Balaguer, aguarda que Quirino destape la caja de Pandora de donde saldrán las inculpaciones a algunos personeros del ancien PRD, para entonces aprovechar la coyuntura y nutrir la trova balbuciente del PRSD.

Quizás por esos condicionamientos que se palpan, más que se avistan, Hatuey, enfático como siempre, triunfalista como siempre, seguro de sí mismo como siempre, todo lo cual avala su reconocido valor personal, algo difícil de identificar en un dirigente político, declaró el día 13 del presente mes que el PRD no obtendrá ni un senador en los comicios intermedios del 16-05-06, mientras que él y su nuevo PRSD captarán muchos.

Es la dinámica de la política sustentada por las circunstancias, en la ciencia de lo posible, lo práctico y de chances instantáneos, como el amor.

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