El reto de quedar sin aranceles

El reto de quedar sin aranceles

El recordatorio oportuno y dramático de la firma consultora Delloite sobre la inminente extinción de gravámenes al ingreso de productos extranjeros en razón del acuerdo DR-Cafta lleva rápidamente al país a deplorar el que se desaprovechara el tiempo para adecuar los aparatos productivos a la realidad de una competencia foránea acrecentada que resultaría desastrosa. Las quejas más comunes de sectores agrícolas y ganaderos locales indican que no están todavía en condiciones de equiparar su rentabilidad a la que logran sus similares regionales, los que generalmente ofertan alimentos obtenidos a costos menores, gracias a políticas de sus Estados que les resultan favorables. Y gracias también a sus propios esfuerzos con uso de créditos e innovaciones para ser más productivos, una carrera que abre brecha de desventaja para República Dominicana, al menos en importantes renglones: cereales como el arroz, leguminosas y lácteos diversos que dan vida a la economía y sustentan empleos.
El reto inmediato es acelerar el proceso de eliminación de trabas a actividades productivas generando estímulos a inversiones que mejoren y amplíen las infraestructuras en los ámbitos en que el país dispone de capacidades y métodos potencialmente capaces de rendir más hasta ganar espacios en otros mercados. El camino a seguir está a la vista: replicar aquí las condiciones propicias que rodean a los competidores.

Infotep alarga sus brazos

Si la educación es herramienta ideal del desarrollo económico y de los recursos humanos, es de acierto que el Instituto Nacional de Formación Técnico-Profesional, Infotep, extendienda territorialmente sus capacitaciones. Esparcir destrezas y métodos de trabajo apropiados a los tiempos en respaldo, sobre todo, a una juventud que como la dominicana, registra alto índice de desempleo, razón de una de las grandes preocupaciones del momento. Es prioritario multiplicar la mano de obra calificada con una diversidad de opciones ya existentes como las Escuelas Vocacionales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y los centros salesianos de bello historial. De esas fraguas egresan hombres y mujeres preparados para la vida productiva y para un porvenir desafiante a causa de las innovaciones tecnológicas que a la carrera modifican formas de producir.

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