Hoy 
UBI RIVAS
El país viene sufriendo desde hace décadas la inconsistencia y fragilidad del servicio eléctrico, y ninguno de los presidentes de la República de los tres partidos políticos mayoritarios, ha decidido ni exhibido voluntad política para superar uno de los principales retos de la sociedad.
No hay justificación ni explicación convincente para mantener en zozobra a la ciudadanía, al sector empresarial y agroindustrial, porque desde hace un buen tiempo la capacidad instalada sobrepasa los 1600 megas mientras la demanda en horas pico es de 1400 megas.
El 13 del presente mes de enero se produjeron tres informaciones por separado en relación al problema que vertebra esta entrega, cuando se informó que las inefables EDES, así llaman a los esperpentos catastróficos que creó en su gestión anterior el presidente Leonel Fernández, devolvieron a usuarios RD$415 millones por concepto de sobrefacturación, algo que se incurre aún en millares de usuarios.
En otro orden, el Superintendente de Electricidad, que no supervisa nada, expresó que el 40% de los circuitos del sistema eléctrico dispone de energía permanente, identificando a Santiago Rodríguez, no el otro Santiago que es el principal enclave de zonas francas del Caribe.
Añadió esa permanencia del fluido eléctrico Cabarete y Jarabacoa y vaticinó que próximo disfrutará de ese privilegio Villa Juana, patria chica de quien designó en la poltrona a Méndez.
Sectores importantes de la capital, Naco, Piantini, Evaristo Morales, sufren cinco horas de apagones diarios y la factura no reduce ni un kilovatio, ni un chele. Cierto que el circuito de los sectores que señalo tiene una cuadra de invasores, identificada entre las calles Emiliano Tardif, Paseo de los Locutores, Rafael Bonelly y Roberto Patoriza, pero conversando con algunos de ellos me expresaron su voluntad de pagar la factura eléctrica, y muchos inclusive ya la pagan.
“La población está motivada a pagar y de eso se trata”, expresó Méndez en una nota de prensa que consigna HOY de ese día 13 página 7.
Es lo que debe concretizar, remitiendo a sus inspectores a realizar un censo de ese sector y/o cuadra, para incorporarlos a usuarios permanentes y finiquitar con el suplicio que se padece allí, y así, sucesivamente, “peinar” todo el país para el propósito señalado.
Por su parte, el vicepresidente de la CDEEE, ingeniero Radhamés Segura, uno de los que soterradamente aspira a suceder a Leonel Fernández en el poder, sin logro alguno en sus dos ejecutorias en ese departamento clave del progreso de un país, negó la víspera la denuncia del presidente de la Cámara Americana de Comercio, Kevin Manning, de que el proceso eléctrico en vez de avanzar, retrocede.
Manning expresa ese juicio de valor por padecimiento propio, considerando que es uno de los ejecutivos más importantes de Smith & Enron.
El asunto es que no avanzamos en solucionar el déficit eléctrico ficticio, manipulado, demostrativo de ineficiencia palmaria de los presidentes Joaquín Balaguer, que inició la tanda de los apagones; Antonio Guzmán, Jorge Blanco, Leonel Fernández, Hipólito Mejía, sin excusas que valgan.
Se agrava por dos vertientes esta crisis inconclusa, sin aparente solución de continuidad y es en el contexto de la macroeconomía (zonas francas y turismo) y para concluir, el reto ineludible, para lo cual amarramos tratos, del DR-CAFTA, que obliga a modificar la calidad de los bienes de consumo terminados, que se industrializan con energía, y en la medida en que ésta sea frágil y cara, no será posible hablar de competitividad. ¿Se entiende o no?.
