A pesar de que ya se tiene constancia, de que el hombre comienza a tener una relación indisoluble con el medio que le rodea para subsistir, desde finales del Mesolítico. No es hasta después de diez milenios en 1916 de las manos del geógrafo sueco Rudolf Kjellén, que aparece el concepto de geopolítica y su posterior estudio como ciencia. Puesta desde entonces, como dijo Edmundo Walsh; al servicio del poder político. Sin embargo, aunque resulte paradójico, la gran mayoría de las personas que utilizan ese concepto desconocen su acepción o en su defecto; la proyectan de manera equivocada e indistintamente como sinónimo de Relaciones Internacionales.
Esa transmutación geoestratégica de la geopolítica, que pasó de lo social al servicio del poder con la escuela determinista alemana de Haushofer, preconizando el concepto del “Lebensraum”, desarrollado a su máxima expresión por Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Le acarreó un descredito y censura prematura. Toda vez, que los estadounidenses le adjudicaron el título de ser una ciencia belicista y expansionista, lo que nos lleva a preguntarnos.¿Qué hicieron entonces los imperios Egipcios, Babilónicos, Macedonios, los Aqueménides, Seléucida, los Griegos, los Romanos, los Cartagineses, los Otomanos, el Español, el Británico, el Francés, el Neerlandés y el propio Norteamericano con su famosa doctrina Monroe, cuando ni existía la geopolítica?
Los Nuevos Actores del Poder
De igual forma, hay que decir que, a pesar de una prohibición pública en el período de Guerra Fría. Ninguna otra ciencia fue más usada que la geopolítica a través de la teoría de“radiación e influencia en otros Estados” del estadounidense Nicholas Spykman, la que fue utilizada para dividir el mundo en dos polos.Sin embargo, se creyó que, al caer el muro de Berlín; también significaba el nacimiento cuasi-perpetuo de una superpotencia sin precedentes como señalaron los geopolitólogos Francis Fukuyama y Zbigniew Brzezinski. Empero, la irrupción precipitada de potencias emergentes como Japón, India, Brasil y de otras, ya establecidas como China y Rusia, han obligado a EE. UU a reconfigurar sus estrategias, globales, regionales y el despliegue de sus recursos.
La Revolución Tecnológica
Así mismo, otros de los elementos que ha compelido a la reconfiguración de la geopolítica es la tecnología, no solo por la proliferación y desarrollo de nuevos programas nucleares de diferentes naciones, como son los casos de: Pakistán, India, Corea del Norte, Israel, conjuntamente con las sospechas de posesión de Irán, Japón, Armenia y Arabia Saudita.Sino, además, otros elementos esenciales como son; la Ciberseguridad, los programas de ampliación, registros y monitoreo de vigilancia masiva, tanto interna como global y, después del famoso 9/11 y la guerra de Irak, hay que agregar también; los recursos que la tecnología ha puesto en manos de fundamentalistas islámicos. Verbigracia, los drones que permiten realizar ataques a miles de kilómetros, generando hoy desafíos de alcances globales.
Los Recursos Naturales
Hoy que la tierra está superpoblada y que hay menos espacios por los cuales pelear,ya la masa continental de los Estados no es el objetivo principal de la geopolítica, sino sus influjos, gracias a que nos encontramos en la era del “Soft Power de Joseph Nye”. Desde esa perspectiva, paradójicamente, las escuelas de Mahan del poder de los mares, la de Mackinder y el Heartland, la de Spykman y las zonas periféricas utilizada para el despliegue de bases militares de EE. UU, la de Douhet y el poder aéreo, hoy con misiles intercontinentales, los antimisiles y aviones supersónicos, son las mismas teorías de finales del siglo XIX y del siglo XX las que se están utilizando, conjuntamente con las de Brzezinski, Huntington, Kissinger y Fukuyama.
Por consiguiente, estamos obligados a una reconfiguración, ya que surgirán nuevos conflictos. Toda vez que, con el ritmo del consumo actual nos quedaremos sin petróleo en 2052, sin Gas para 2060 y sin Carbón para 2088, que son en la actualidad las fuentes primigenias de la plataforma energética mundial. En virtud de ello, ya se ha desplegado una guerra silenciosa por controlar y explotar los recursos naturales del espacio.Verbigracia, los de la luna como el helio, los de marte, y el ártico. Así mismo, aquí en la tierra comenzarán grandes pugnas por controlar el Litio, el Coltán y el hidrógeno y, los recursos estratégicos que posee Eurasia, África Subsahariana y Latinoamérica, ya que como dice el geopolitólogo estadounidense Robert Kaplan, “los nuevos ordenes surgen y han surgido siempre; por el control de las fuentes de energía”.