BANGKOK. AP. El venerado rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej hizo el martes una poco común aparición pública para celebrar el 65 aniversario de su coronación.
Todas las cadenas de televisión ofrecieron el acto en vivo, mostrando cómo el monarca de 87 años salía en silla de ruedas del hospital de Bangkok donde ha instalado su residencia y cruzaba en auto el distrito histórico de la capital, hasta el Gran Palacio.
Monjes budistas dirigieron unas plegarias ante el rey y un público de autoridades monárquicas y del gobierno.
Los tailandeses abarrotaron las calles a lo largo del recorrido, coreando “¡Larga vida al rey!”. La Casa Real no había confirmado si Bhumibol participaría en la ceremonia, pero la gente se reunió con ansia por ver al monarca. El martes era festivo nacional en el país.
Bhumibol lleva hospitalizado desde el pasado octubre, cuando se le extirpó la vesícula biliar. Se trata de la última enfermedad y hospitalización del rey, que ha ido reduciendo su presencia pública en los últimos años. En sus infrecuentes apariciones se ve frágil y no habla en público.
Los tailandeses sienten un gran afecto por Bhumibol, el monarca que lleva más tiempo en el trono en el mundo. Fue coronado el 5 de mayo de 1950 tras ascender al trono en 1946 luego de la muerte de su hermano mayor.
Aunque es un monarca constitucional sin papel político formal, su figura es venerada y considerada como el único nexo de unión del país. Muchos le consideran una figura paterna, y su cumpleaños en diciembre también celebra el Día del Padre en Tailandia.
Su casi desaparición de la vida pública ha coincidido con una década de inestabilidad política en Tailandia. Los temores sobre la salud del rey y su sucesión han contribuido a la inestabilidad.
El heredero aparente, el príncipe Vajiralongkorn, no inspira el mismo respeto y afecto que rey.
El debate abierto sobre la monarquía se ve limitado por una ley de lesa majestad que pena las críticas con hasta 15 años de cárcel.