El rey del pop nunca quiso ser rey del cine

El rey del pop nunca quiso ser rey del cine

Los Angeles, (AP).- Un dicho común en el mundo del espectáculo es que las estrellas del rock quieren triunfar en el cine y las del cine en el rock. A Michael Jackson le bastaba ser el Rey del Pop.

A diferencia de los Beatles, Elvis Presley, Frank Sinatra, Madonna y otros astros de la música, Jackson hizo escasas incursiones en la pantalla grande. La más notable fue en «The Wiz» (1978), una adaptación musical de «El mago de Oz», en la que hizo el papel del Espantapájaros junto a la Dorothy de Diana Ross.

Parecería lógico que al alcanzar el estrellato en la década de 1980, la era de películas de danza como «Footloose» y «Flashdance», Jackson intentara conquistar Hollywood.

Sin embargo, después de «The Wiz», Jackson prefirió exponer sus novedosos pasos de baile en videos musicales y aparecer apenas en escenas breves en el cine o en programas especiales de televisión.

El compositor de música para cine Bruce Broughton, autor de parte de la música de «Moonwalker» (1988), una película de canto, danza y fantasía, opinó que el propio cantante había decidido evitar el cine.

«Si se tiene en cuenta la energía de su música, sus canciones y el esfuerzo físico, ése es un trabajo de tiempo completo. Como dos o tres hombres en uno», dijo Broughton. «Para gastar tanta energía, probablemente pensaba que su creatividad quedaba satisfecha con la música».

La crítica fue tan feroz con «The Wiz» que esa pudo ser otra razón para que Jackson descartara una carrera cinematográfica.

El infantilismo de su cara y su voz al hablar hubieran limitado los papeles a su alcance, pero su deslumbrante teatralidad podrían haber pasado al cine si alguno hubiera sabido cómo emplear bien esas dotes.

«Un tipo con tanto carisma y talento tal vez hubiera triunfado en el cine si hubiese hallado el vehículo adecuado», dijo el historiador del cine Leonard Maltin. «El reto consistía en crear el vehículo cinematográfico ideal para él».

Jackson trabajó con algunos de los grandes cineastas de Hollywood: Sidney Lumet en «The Wiz», John Landis en el video «Thriller» y Martin Scorsese en el video «Bad». Su presencia escénica causó una fuerte impresión a Scorsese.

«Me maravilló su dominio absoluto del movimiento por un lado y la música por el otro», dijo Scorsese acerca de su trabajo en «Bad». «Cada paso era absolutamente preciso y fluido al mismo tiempo. Era mercurio en movimiento».

Francis Ford Coppola dirigió a Jackson en «Captain EO», una aventura de ciencia ficción producida por George Lucas para los parques Disney. Apareció en un papel breve y divertido en «Hombres de negro II» y en la comedia de bajo presupuesto «Miss Cast Away» (2004), de Eric Roberts.

Una de sus actuaciones más memorables fue en un episodio de «Los Simpson», en el que fue la voz cantante de un hombre gordo en un manicomio que cree que es Michael Jackson.

Aunque su personaje era un robusto hombre blanco, también era un gigante amable, cariñoso, compasivo y discreto, en fin, un gemelo espiritual de Jackson.

Un hombre tan solitario y celoso de su vida privada como Jackson tal vez se hubiera sentido incómodo en manos de directivos de estudios y cineastas durante meses o expuesto a la dureza de la crítica y las luces de los estrenos hollywoodenses.

«¨Para qué arriesgarse al fracaso y el estrés adicional?», se preguntó Jean Rosenbluth, una profesora de derecho que asistió al juicio de Jackson por abuso de menores y que anteriormente siguió su carrera como periodista del espectáculo.

«Se sabía que era tímido», dijo Rosenbluth. «Era un solitario, se sentía incómodo en presencia de los adultos y eso sumado a una arena que no era su ambiente natural, la de la actuación, tal vez indica por qué nunca sintió la necesidad de intentarlo».

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