Rabat.– El rey Salman bin Abdelaziz de Arabia Saudí regresó a su país tras una visita privada de un mes en Tánger que ha convertido a la ciudad del Estrecho en capital de la diplomacia árabe donde aparentemente se ha gestionado la vuelta a la guerra en Yemen.
Según informó hoy el diario Ajbar al Yaum, el rey Salman salió en la tarde de ayer del aeropuerto de Tánger en dirección a Yedda, y fuentes consultadas por el rotativo vincularon la vuelta del rey saudí con la inauguración de la temporada de peregrinación anual a la Meca, que comenzará el mes próximo.
Durante su estancia privada en su palacio situado en la playa atlántica cercana al cabo de Malabata, el rey saudí se reunió con reyes y emires árabes de Marruecos, Jordania, Bahrein, Catar y Kuwait, además del príncipe heredero emiratí y el presidente sudanés, Omar al Bachir.
Varios medios marroquíes venían informando en las últimas semanas que esta intensa actividad diplomática de Salman se explica porque ha sido en Tánger donde se ha decidido retomar los hostilidades contra los rebeldes hutíes de Yemen.
Los bombardeos de la alianza árabe contra zonas del Yemen controladas los hutíes se producen después de que el enviado especial de la ONU para el Yemen, Ismail Uld Sheij Ahmed, anunciara el fin de las negociaciones de paz entre el Gobierno yemení y los rebeldes celebradas en Kuwait.
La ofensiva militar de la coalición encabezada por Arabia Saudí comenzó en Yemen en marzo de 2015 para apoyar al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y frenar el avance de los rebeldes hacia el sur del país.
Al menos diez niños murieron y 28 resultaron heridos en un ataque el pasado sábado contra una escuela en la provincia de Saada, en el norte del Yemen y feudo de los hutíes, según el último recuento de Médicos Sin Fronteras (MSF