El riesgo del PLD

<p>El riesgo del PLD</p>

MATHA PEREZ
En agosto pasado a través de esta columna publiqué el artículo “Peledeístas, interpreten el momento”, en el que me refería a la posición y gran oportunidad de ese partido luego de las elecciones del 16 de mayo.

Muchos dirigentes, militantes y simpatizantes de la opción morada que encabezael Bloque Progresista se sintieron expresado en mis consideraciones y pude notar que el tema contribuyó para algunas conversaciones de reflexión, lo que demuestra que el PLD tiene atraída la atención no sólo de sus miembros sino de parte importante de nuestra sociedad.

La posición alcanzada por el partido morado y sus fuerzas aliadas ha mantenido a la oposición casi fuera del debate político con temas de relevancia y actualidad, sobretodo al final del proceso electoral, teniendo que recurrir, en ocasiones, a la repetición, la especulación y hasta al invento para tener argumentos políticos que sustenten su discurso; y como tal, un discurso poco constructivo, más bien destructivo y desacreditador.

La oposición ha parecido, entonces, desarmada al momento de fortalecer sus posiciones políticas, que por lo general, en nuestro país, son a base de criticar lo que hizo, hace o deja de hacer el otro y no en función de lo que se oferta para hacer.

En pocas palabras, el PLD ha mantenido “chivo” a sectores de la oposición. Pero a raíz de las conductas de algunos, entre los que no faltan fanáticos y traviesos, que se adelantaron a proclamar candidaturas presidenciales, tanto del presidente Fernández como del entonces secretario de la presidencia Danilo Medina; a raíz de la renuncia de este último, en el marco del derecho que le asiste, y posterior renuncia del vocero del gobierno Roberto Marchena, quien, incluso, expuso su razón de manera tan franca (alegre para algunos) que movió el avispero; y a raíz de las recientes opiniones, indistintamente, de altos dirigentes del PLD y funcionarios del gobierno a través de medios de comunicación, cabe preguntarse ¿qué está pasando en el PLD?. Pero, más preocupante aún, ¿qué podría pasar?, de seguir las cosas así.

Aún manteniendo la misma posición que desde el 16 de mayo del 2004 fortalecida el 16 de mayo de este año, el PLD se está colocando, desgraciadamente, en riesgo de fisura interna, al extremo de que dirigentes como José Joaquín Bidó Medina, César Pina Toribio, Temístocles Montás y Reinaldo Pered Pérez, hayan solicitando al Comité Político mediar para evitar una experiencia traumática.

La petición y sus motivaciones es correcta, porque además expresa una preocupación por mantener los controles institucionales y éticos necesarios para lograr fortalecer la unidad y el crecimiento.

Y yo agrego, para mantener la posición alcanzada y seguir “interpretando el momento”.  Pero, han detener cuidado con las acciones de ciertos dirigentes y militantes, que incurren en travesuras, que contravienen esas preocupaciones y motivaciones y las intenciones y voluntades de los “protagonistas” de esta nueva situación, que lo son, por naturaleza, aunque sin proponérselo, los aspirantes a la candidatura presidencial, todos con derecho porque nada se lo prohíbe.

Los traviesos del entorno de Danilo están haciendo parecer que la nueva situación en el PLD la motiva la supuesta repostulación del presidente Fernández.

Y los traviesos del entorno de Leonel, que la motiva la aspiración de Danilo y su renuncia del gobierno.

Entonces, quienes se confrontan entre sí son los traviesos y con sus travesuras “confrontan” a Leonel y Danilo, dos figuras carismáticas dentro del PLD, cuyas capacidades y cualidades personales, profesionales y políticas, entre los de su estirpe en el partido, han conducido a esa organización al sitial político donde se encuentra. ¡Cuidado, señores! Le están tirando la toalla a sectores de la oposición que siempre buscan pescar en río revuelto. Y están desnaturalizando supartido.

Esas travesuras están pretendiendo pre-escoger al candidato presidencial para el 2008, antes de ser escogido a través de los mecanismos instituidos por el PLD entre los aspirantes que hayan hecho pública, concretamente, sus aspiraciones (uno al momento). Las demás precandidaturas (Danilo Medina y/o Leonel Fernández) aunque para muchos estén sobre entendidas, hasta el momento no se han hecho públicas ni están intitucionalizadas.

Y no es momento para congraciarse en detrimento de la intitucionalidad. Estamos ante dos figuras políticas con suficiente capacidad de discernimiento, para saber poner cada cosa en su lugar.

Hoy, unos se declaran leonelistas, otros danilistas y al final todos deberán ser peledeístas.

Hay que respetar la libertad de expresión y de pensamiento, pero a veces la rienda, sin control, de ese derecho, condena.

Y condena a muchos tipos de fracasos, porvariadas razones. Sería lamentable que los dimes y diretes y las travesuras de seguidores y simpatizantes de los aspirantes presidenciales peledeístas condenen al PLD al fracaso.

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