El riesgo financiero: compañero de viaje de la unión familiar

El riesgo financiero: compañero de viaje de la unión familiar

Para todo plan financiero, es clave la gestión de los riesgos que pueden afectarlo.  Y no sólo la gestión de algunos riesgos, sino de todos los riesgos posibles.

Para ello, la comprensión integral de nuestro perfil de riesgos es esencial.  En este contexto, está bien que atendamos los riesgos de salud de la comunidad, así como los riesgos de flujo de caja y de interrupción del ingreso.

Otros riesgos, sin embargo, tienden – al menos en nuestra realidad latinoamericana – a ser obviados en nuestro análisis.  Un ejemplo de ello lo constituyen los riesgos financieros que asumimos – casi siempre de manera implícita – en el proceso de construcción de nuestras comunidades familiares.  

De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano del PNUD, el 62% de los matrimonios que se celebran en la República Dominicana terminan en divorcio.  Esto es, casi dos de cada tres matrimonios.  Evidentemente, un riesgo claro y presente para toda familia que comienza.

No obstante, en el país rara vez la decisión de casarse se acompaña de un análisis para evitar o disminuir el riesgo – de destrucción o dilución patrimonial en caso de divorcio. Comprensible, se dirá, la reticencia a mezclar el dinero y sus riesgos con los asuntos del corazón.

Desde el punto de vista de la cultura financiera, sin embargo, la postura responsable – para todos los involucrados – es equilibrar las emociones con una saludable dosis de realidad, y abrirse a opciones y esquemas que permitan gestionar estos riesgos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas