A pesar de la salida hace tres días de la tormenta Tomás del territorio nacional  y de dos día de sol, más de 500 viviendas del sector La Barquita, en Los Mina, Santo Domingo Este, seguían inundadas ayer y sus habitantes refugiados en albergues improvisados, iglesias y vecinos.

Mientras, se programa una reunión entre entidades del Estado para tratar de hacer una propuesta definitiva al presidente Leonel Fernández.

Algunas casas tenían agua hasta el techo, otras hasta la mitad y una gran cantidad a la altura de las camas, por lo que impresionan los colchones dañados  y puesto al sol para secarlos.

Aunque los damnificados destacan el respaldo del ministerio de Salud Pública en cuanto vacuna para prevenir algunas afecciones, así como la llegada de raciones alimentarias por parte de los Comedores Económicos,  denunciaron la falta de apoyo por parte de otros organismos en la entrega de colchones, mosquiteros y otros requerimientos indispensables.

Juana Martínez, refugiada con dos hijos y tres nieto en la capilla de la iglesia Católica, espera del Plan Social de la Presidencia la entrega de colchones, mosquiteros y otros ajuares, porque el agua dañó lo poco que tenían en los hogares.

Nicolás Benavides, presidente de la junta de vecinos La Milagrosa, reiteró que en ese lugar no habrá solución mientras el Gobierno se muestre indiferente y no asuma el traslado de más de 900 familias que viven prácticamente en la margen del río Ozama.

El doctor Fernando Guance, director de Salud del municipio Santo Domingo Este, informó que a los refugiados se les han suministrado las vacunas correspondientes  para prevenir enfermedades como el cólera, la leptospirosis, así como agua embotellada.

Informó que para mañana  habrá un encuentro con el ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, con Salud Pública y con otras entidades sociales de la zona, con miras a buscar una salida definitiva al problema, que afecta a tantos.

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El levantamiento

Las juntas de vecinos de La Barquita, la institución Tú Mujer y otras entidades hicieron un levantamiento hace tres año donde determinaron que al menos 925 familias viven en estado de alta vulnerabilidad. La junta de vecinos la Milagrosa sugiere al Gobierno dotarlos de los terrenos en un lugar seguro, donde se les garanticen los servicios básicos para abandonar La Barquita y que esa zona sea tomada por Medio Ambiente para la expansión del cinturón del Ozama.