El ritmo de las contrataciones
podría enfrentar dueños y jugadores de GL

El ritmo de las contrataciones <BR>podría enfrentar dueños y jugadores de GL

POR DIONISIO SOLDEVILA
Ayer a la medianoche se abrió la fecha en que todos los equipos pueden negociar con todos los agentes libres disponibles. Figuras de extremo cartel como Pedro Martínez, Carlos Beltrán, Magglio Ordóñez y Adrián Beltré, para nombrar solo algunos, ya tienen la libertad para oír ofertas de los diferentes conjuntos y aceptar la que mejor consideren.

Muchos millones comenzarán a brotar como si fueran champaña de la buena cuando el corcho sale disparado de la botella. Eso, al menos, es lo que se predice si se toma en consideración la calidad de los hombres disponibles en el mercado.

¿Pero qué podría suceder si los dueños de equipo se ponen de acuerdo para frenar el mercado?.

El año pasado cuando agentes libres del peso de Vladimir Guerrero, Miguel Tejada y Bartolo Colón llegaron al mercado, se pensó que la barrera de los US$100 millones volvería a ser quebrada.

Sin embargo, Tejada se quedó con un contrato de US$72 millones por seis años, Colón con uno de US$51 millones por cinco campañas y Guerrero también firmó uno de cinco temporadas que rondó los US$70 millones.

¿Por qué un pelotero del peso de Vladimir no pudo conseguir un contrato similar, digamos, al de Kevin Brown y sus US$105 millones por siete temporadas?.

Para algunos, esto tuvo que ver con la lesión de la espalda que lo sacó de juego por un buen tiempo. Pero lo mismo no se podía decir en el caso de Miguel Tejada, actual Caballo de Hierro de las Grandes Ligas, con la racha más extensa de partidos jugados al hilo.

Si busca una respuesta, es posible que no la encuentre, a menos que ponga en uso una teoría quizás un poco paranoica, pero que fue tratada a fondo por los diferentes agentes y que estuvo a punto de poner a los conjuntos en una situación difícil.

Los agentes, o abogados de los jugadores que negocian sus contratos con los gerentes generales y dueños de equipos, sugirieron que las firmas de sus clientes no habían sido tan jugosos como habrían querido por una confabulación de los dueños para ofrecer poco dinero y así limitar el mercado.

Alegaban, los agentes, que los equipos, todos, hacían ofertas demasiado similares por cada uno de los peloteros en el mercado.

De acuerdo a las reglas establecidas por la oficina de la Major League Baseball y que están plasmadas en el acuerdo laboral suscrito con el Sindicato de Jugadores, un equipo no puede informarle a otro sobre ofertas que hayan realizado a un pelotero.

Hay precedentes en este tipo de confabulación y por la misma los dueños fueron multados con varios cientos de millones de dólares a mediados de la década de los 80 al ser encontrados culpables.

Por eso, si por ejemplo, Carlos Beltrán y su agente Scott Boras, quienes aspiran a 10 años y US$200 millones, no consiguen ni cerca de lo que aspiran y se vuelve a repetir la historia del año pasado, es muy probable que se desate otra guerra de palabras y posibles acciones entre propietarios y peloteros.

El acuerdo laboral entre ambas partes, además, finaliza una vez concluya la temporada del 2006, por lo que las relaciones podrían tornarse agrias entre las partes.

De igual manera, Martínez aspira a un acuerdo de tres años y su agente Fernando Cuza no dudaría en hacer comentarios similares a los efectuados en el invierno del 2003, cuando sus clientes Tejada y Guerrero recibieron contratos inferiores a los que se estimaba.

En las últimas temporadas, el tema de los contratos se ha convertido en un tema espinoso, no solo por la cantidad de dinero envuelto, sino por las reacciones que se producen de ambas partes por conseguir salirse con la suya.

Es una batalla campal y verdaderamente la pelota que se está jugando es sumamente caliente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas