El rostro humano de la competitividad de un ingenio

El rostro humano de la competitividad de un ingenio

La competitividad tiene muchos nombres. Es ese rostro de mejoras en la productividad dentro de una empresa, un aumento de sus ventas, más rentabilidad y nuevas y modernas maquinarias.

Al otro lado de esas mejorías está la población que se deteriora económicamente al ser sustituidos sus obreros  por estas frías maquinarias en aras de la competitividad.

Tal es el caso de las poblaciones que viven en los bateyes alrededor del Ingeniero Barahona o  Consorcio Azucarero Central. Estas comunidades que se asentaron y crecieron en esta zona por la afluencia de empleos que  años atrás abundaban, ahora cada día  son menos.

Los habitantes de estos bateyes, en su totalidad ocho, ubicados en las provincias Baoruco, Barahona e Independencia, ahora tienen menos fuentes de empleo porque el ingenio poco a poco va sustituyendo los obreros por maquinarias que hacen el trabajo en menor tiempo y más eficiente, solo le quedan como forma de sustento la agricultura, el motoconcho y el chiripeo que son muy reducidos, aunque abunda “la gracia de Dios” que los sustenta.

Para estas comunidades empobrecidas, que en el caso de Baoruco más del 60% de su población es pobre, el hecho de que el ingenio con el paso de los años esté  reduciendo los empleos es una noticia que impacta y afecta sus economías notablemente. Según sus habitantes, los braceros solo están siendo utilizados en el campo para el trabajo que las maquinarias no pueden hacer.

 Un supervisor de obreros explicó que lo que antes hacían dos mil hombres en un campo de caña, ahora lo hacen 300.

Bajos salarios. A un menor número de empleos de parte del ingenio se suman los bajos salarios, una queja al unísono de todos sus obreros, tanto de los braceros como de    los operarios de las maquinarias.

Personas entrevistadas por HOY en los bateyes ubicados en Baoruco entienden que el Consorcio Azucarero Central abusa de la situación de pobreza de la zona y al ser una de las principales fuentes de empleo pagan salarios muy bajos y que los hombres al verse entre la espada y la pared terminan aceptando el empleo bajo estas condiciones. El que exige un aumento es cancelado.

Los operarios de estas máquinas tienen salarios mensuales que van desde RD$3,000  a RD$15,000,sin calcular incentivos, y un bracero  cobra solo RD$185  por día.

“Hace mucho yo dejé de trabajar en el ingenio y tuve que dejarlo por la baratela que están pagando. No se puede estar trabajando para estar cansado. Ellos no pagan lo que se merece un obrero. Uno trabaja mucho y no cobra nada aquí. Aquí yo desyerbo con un tractor, porque antes  con la gente se gastaba mucho dinero pero me pagan nada”, son las expresiones de dos habitantes  de batey IV y de un empleado del ingenio. 

ZOOM
Nueva máquina

Desde la última zafra el ingenio  cuenta con una moderna máquina para limpiar  la caña en seco, que limpia hasta 250 vagones en 24 horas  y  disminuye las pérdidas del producto antes de llegar a la fabrica, según explicó Rafael Mancebo, supervisor mecánico.

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