Damián Tapia Martínez (El Ruso), uno de los hombres más buscados por la Policía en los últimos tiempos, ultimado anteanoche al enfrentar una patrulla, tenía una santería en el lugar donde pernoctaba en un residencial de La Romana.

Imágenes de santos en un altar y recortes de periódicos HOY y de otros, sobre su caso, con fotos del fiscal de la provincia Santo Domingo, Eddy Olivares, llamaron la atención de autoridades de la Policía.

Según se explicó a HOY, El Ruso, quien se jactaba de que la «cárcel no se hizo para él», no pudo escapar de la muerte que el destino le tenía asegurada.

A las 7:30 de esa noche, luego de un enfrentamiento a tiros por veinte minutos con una patrulla del Departamento Contra Crímenes y Delitos de la Policía, cayó abatido.

Olivares felicitó la labor de seguimiento dada por efectivos de los departamentos contra Crímenes y Delitos Monetarios del municipio Santo Domingo Este.

Ahí terminó una de las persecuciones más intensas contra “un criminal muy peligroso” al que apodaban «la Máquina Asesina», porque demostró que mataba sin piedad.

La búsqueda de El Ruso tardó varias semanas debido a sus habilidades para disfrazarse de todo, escabullirse y evadir la persecución de la Policía.

El Ruso, sin embargo, era un pintor artístico profesional con una buena educación, lo que le permitía interactuar con las personas de cierto nivel.

Sus compañeros de prisión lo definieron como un psicópata capaz de hacer cualquier cosa e, incluso, durante las audiencias profería amenazas contra quienes le acusaban y a oficiales de la Policía.

Estaba sindicado como participante en más de veinte crímenes en sus acciones delictivas.

Según la Policía, sus últimas acciones fueron varios robos y agresiones a tiros contra varias personas en la autopista Las Américas, en La Romana y en Higüey.

En esta última ciudad, hirió a un hombre de 43 años y a su hijo, de 19, haciéndose pasar por agente de la Dirección Nacional de Control de Drogas. También, de herir de bala al primer teniente Simplicio Santos Laureano y al segundo teniente Angel Concepción Díaz, cuando lo avistaron en un vehículo en una bomba de La Romana.

El escape de El Ruso de la Fiscalía de Santo Domingo fue espectacular: pidió

a sus custodias, un sargento y un raso, quitarle las esposas para hacer una llamada telefónica y emprendió la huida a bordo de un carro, cuyos neumáticos fueron ponchados con disparos que hizo un ayudante fiscal.

Sin embargo, esto no impidió que se fugara ya que entonces abordó una motocicleta que se encontraba cerca y emprendió la huida.

Los custodias, el sargento Adolfo de los Santos Rosario y Mártires Amador Adames, siguen detenidos por «descuidarse en el servicio».

El Ruso estuvo en la cárcel de La Victoria tras ser detenido por el crimen contra un comerciante en una mueblería de la avenida Charles de Gaulle.

Era conocido en las calles de Sabana Perdida y zonas aledañas, donde vivía con una mujer con la cual procreó un hijo.