Esta frase es muy común en nuestro país, es una expresión que posee muchos significados. Saber mucho de política podría significar que la persona tiene una Maestría en Ciencias Políticas, también podría significar que es una persona con mucha lectura en esa disciplina. Otro significado es que la persona ha recorrido y ha participado en una o en varias organizaciones políticas por un largo tiempo, y debido a la parte vivencial ha obtenido por un proceso de ósmosis conocimientos y madurez en dicha disciplina.
Pero la triste realidad en la cultura dominicana es que cuando se expresa la frase, “él sabe mucho de política”, generalmente estamos diciendo que la persona sabe como engañar, como hacer lo incorrecto y seguir de pie sin ninguna consecuencia. Significa que esa persona tiene la habilidad, la insolencia y el descaro de hacer procedimientos que van en desmedro de la democracia y en contra del beneficio colectivo. Saber de política para la mayoría de los dominicanos es recibir maltratos de algunos dirigentes, de algunos funcionarios y de algunos presidentes, y por encima de esos atropellos esos llamados políticos siguen perpetuándose en las estructuras del Estado dominicano y en las mentes de aquellos que se comportan como parásitos, alimentándose del caos y de la corrupción institucionalizada. Mientras más nocivos y censurables ellos son, más el pueblo los exalta y los certifica como personas sabias, intocables y maestros del mal.
Esto nos invita a una acción inmediata, a una urgencia de hacer lo inverso, debemos crear estrategias y una tarea pedagógica para implementar una decodificación de la frase, “él sabe mucho de política”, y que cuando se exprese dicha frase con ambigüedades semánticas el pueblo pueda entender la real esencia de la práctica del saber en el ejercicio de la política. Debemos llevar a los barrios, a clubes y especialmente a los feligreses de todas las iglesias una especie de catecismo o discipulado que promueva el seguir la fe cristiana como un estilo de vida que se refleje aquí en la tierra, una santidad visible en los temas sociales, temas para aclarar que la política tiene que ver con una pasión, se trata de servir y con una vocación hacia la mejoría del pueblo dominicano. No se trata de promover un color o una estructura política, se trata de personas, de vidas y almas. Tiene que ver con reducir el dolor, crear oportunidades a través de la justicia y la equidad. No es suficiente decir que somos católicos, evangélicos o humanistas, cuando no somos capaces de reflejar una vida en abundancia, cuando no generamos soluciones y llevamos una doble moral. No podemos construir un discurso sobre la pobreza para vivir de los pobres. No se trata de gastar millones de pesos para llegar al poder para socavar los poderes del Estado.
Saber de política es construir espacios y municipios con más empleos que puedan reducir la falta de esperanza, con más oportunidades y más seguridad ciudadana. Saber de política es ser íntegro para servir de modelo en una sociedad que nunca ha gozado de un período de oro. Debemos de promover que saber de política es resolver los problemas usando los medios que el Estado a depositado en nuestras manos. Saber de política es usar la ubicación geocéntrica que heredamos y convertirnos en un país de soluciones para el resto del mundo. Saber de política es generar confianza, es terminar con la híper corrupción. Saber de política es usar nuestro carácter para incidir y fortalecer los poderes del Estado.
Saber de política es convencer a través de sólidas propuestas, es ser bueno cuando se requiere ser bueno, y ser fuerte cuando se requiere ser fuerte. Saber de política es comenzar un nuevo discurso, es promover lo mejor, es alumbrar donde hay oscuridad. Saber de política es implementar la
ley caiga quien caiga. Saber de política es estar bien claro que tus buenas y desafiantes ideas te pueden llevar a la muerte para llevar a la vida a un pueblo como el nuestro, que por generaciones ha sido gobernado por dictadores, por caudillos y por un producto construido en la fábrica de la corrupción. Y saber de política es imitar a Lee Kuan Yew, cuando dijo:
“Si quieres derrotar la corrupción debes estar listo para enviar a la carcel a tus amigos y familiares”.
Busquemos y votemos por personas que realmente saben de política. De lo contrario, seguiremos caminando descalzos en calles de oro; seguiremos muriendo de sed, rodeados de arroyos y de ríos.