“El menú que tenemos hoy es lo que se suele comer en las casas”, fueron las palabras del embajador de Japón Takashi Fuchigami al recibirnos en su residencia con una variedad de platos que nos llevarían a explorar otra faceta de la comida japonesa, más allá de los populares rollos de sushi.
Una tradición culinaria tan rica y auténtica que, como explicase el chef Yuichi Takamura, fue declarada Patrimonio Cutural Intangible de la Humanidad en 2013.
Vientos de Portugal. Para entender un poco del arte culinario de la tierra de los samurái y el hanami podemos empezar por tomar en cuenta un poco de su historia, su geografía y tradiciones.
Una de las principales culturas que influyeron en la cocina nipona fue la portuguesa. De hecho uno de los más conocidos platillos japoneses, el “tempura”, es de origen portugués.
Por otro lado, los productos del mar fueron durante muchos años la única fuente de proteína del pueblo japonés, por la prohibición budista de comer animales de cuatro patas, según nos comentó el embajador Fuchigami.
¿Cómo se come en Japón? A excepción del uso de los palillos japoneses o “hashi”, a la hora de comer no hay ceremonial alguno.
“Siempre hay arroz blanco en una taza, no hay ceremonial pero usamos los palillos, que nunca se pueden clavar en la comida”, relata el embajador.
Para el chef Takamura la característica más relevante de la comida japonesa es su relación con las estaciones: “Arroz, verduras, frutas, pescados, cada uno tiene su temporada y dependiendo de las estaciones se enriquecen los colores, sabores y valores nutritivos. A los japoneses les gusta comer los productos de temporada”.
Receta
Kushiague (Pinchos)
: (para 2 personas)
• 4 camarones
• 100 g de carne de cerdo
• 4 espárrago
• 8 huevos de codorniz
• Media cebolla
• 1 papa
• Limón
REBOZADO:
• 180g de harina blanca
• 80 – 100 ml de leche
• Pan rallado (Panko)
SALSA:
• 50ml de salsa inglesa
• 50ml de salsa de tomate (kétchup)
• 50ml de vino tino
• 10ml de salsa de soya
Preparación: Mezcle bien la harina y la leche. En un bol mezcle bien la salsa inglesa, el kétchup, el vino tinto y la salsa de soya. Pele los camarones y con un palillo de bambú retire el intestino, luego atraviéselo con un pincho de bambú. Corte los demás ingredientes en porciones que se puedan ingerir de un bocado y colóquelos en los pinchos de bambú. Ponga el aceite a calentar a 170° o 180°. Empape los ingredientes en la mezcla del paso 1, luego cúbralos con pan rallado y fríalos hasta que se doren. Acompañe los pinchos con la salsa, la sal y el limón.