El sabor de la derrota

El sabor de la derrota

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En la primera parte de este artículo, analizamos el proceso electoral del pasado 20 de mayo de 2012. O más que un proceso, un matadero electoral, con las características propias de un Estado que vence al oponente, tal como el hoy presidente electo dijo una vez cuando fue derrotado por Leonel Fernández en una Convención de su partido.

Ahora nos referiremos al PRD y al futuro económico que le espera al país. En cuanto al primero, es necesario resolver de inmediato las fisuras internas que tanto daño le hicieron a la candidatura de Hipólito Mejía.

Nadie debe suponer que el cierre de esa fisura, independientemente de los enfrentamientos internos que genere, va a dividir al PRD, siendo hoy el partido más fuerte del país en términos de votantes. Eso no ha sucedido en los últimos 50 años, aun con la salida de grandes figuras, como la de Juan Bosch y Hatuey de Camps. Al PRD no lo divide nadie, aunque algunos dirigentes tendrán que buscar otros refugios para seguir en la política.  

Por lo tanto, antes de agosto, ese es un asunto que debe quedar solucionado para después hacer un movimiento renovador a lo interno de dicha organización, con nuevas caras y nueva sangre, sin perjuicio del liderazgo tradicional.

En cuanto a la economía, habrá pocas sorpresas aunque la mayoría desagradables.

Para comenzar, Danilo Medina tendrá que enfrentar el inmenso déficit fiscal al que le debe su victoria. Pero debido a que la palabra “reducción de gastos” es obscena en el vocabulario del PLD, tendrá que imponer un paquetazo fiscal que le dará en pleno corazón a todos los sectores del país. Quizás esa cultura del despilfarro cambie un poco con Danilo, pero eso está por verse.

No obstante, el paquetazo viene porque vienen y se aprobaría sin contratiempos en el Congreso. Su monto alcanzaría al menos 3% del PIB, conservadoramente hablando, que representa unos RD$66,000 millones. Eso sin contar el fuerte ajuste en la tarifa eléctrica.

Aun así, le será difícil cumplir con el 4% del PIB para la educación, otro problema que generará conflictos. El 70% del dinero que se recaudaría con ese paquetazo iría para educación si se quiere llegar llegar al 4% (RD$88,000 millones), pero no soluciona el problema del déficit de este año, para no hablar de los 4 años anteriores. Estimamos que el 2012 cerrará con un déficit cercano a los RD$95,000 millones.

Lo de la reforma fiscal integral será otro tremendo chusco para el sector empresarial ya que no es posible hablar de eso después de observar, con pasividad e indiferencia, cómo se gastaba el dinero público en la pasada campaña electoral.

Y está por verse qué hará el nuevo presidente con el persistente anclaje cambiario que tanto afecta la competitividad, como solucionará el desbarajuste en el Banco de Reservas y cuál sería su nueva estrategia de inversión pública, donde solo los grandes proyectos en la capital son los que cuentan, porque es donde se ganan las elecciones y miles de millones de pesos en comisiones.

Finalmente, muchas cosas dependerán de cuál será su equipo de trabajo, ya que hay demasiados amarres con la actual administración, algunos difíciles de romper. Y que hará con Margarita, que buscará controlar el Plan Social para seguir con su política clientelista, lo que hundiría más en la pobreza a los dominicanos.

Ojalá Danilo nos sorprenda con algunas cosas diferentes y de ser así se las reconoceríamos públicamente. Pero debe evitar volar muy alto para no entrar en conflicto con Leonel, lo que no es descartable. 

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