El sabor de la derrota

El sabor de la derrota

1 de 2
Cuando se publicaron las últimas encuestas del Centro Económico del Cibao y de Ana María Acevedo una semana antes del 20 de mayo, donde la diferencia entre Hipólito Mejía y Danilo Medina se estrechó demasiado hasta llegar a una cifra menor a un 4%, pensé que eso era muy preocupante.

Tenía la percepción, muy guardada en mi interior, que con 4 puntos abajo, el PLD no perdía las elecciones. Su maquinaria electoral es efectivísima en esos días previos a las votaciones. Especialmente cuando se trata de distribuir artículos del hogar a miles de familias, repartir dinero a diestra y siniestra y entregar tarjetas de solidaridad y del SENASA como si fueran berenjenas. Le dan vueltas a los resultados por arte de magia, lo que es entendible en un país con tanta pobreza y necesidades.

Además, el PLD conoce mejor que nadie quién es quién de los 4.5 millones de votantes. Por eso se esmeran en la compra de cédula, una transgresión electoral tremendamente eficaz cuando de reducir la ventaja se trata. 100 mil cédulas a RD$5,000 cada una, son RD$500 millones de pesos que es paja pa’ la garza cuando se trata del PLD. Para eso estarían dispuestos a gastar hasta mil millones y tampoco es una cifra importante, cuando usaron miles de millones del presupuesto nacional en los últimos meses de campaña.

Otro factor relevante fue lo que hizo Leonel Fernández a favor de Danilo Medina y su esposa Margarita. Sus viajes de campaña, inauguraciones de obras, pavimentación de calles y promesas de futuros proyectos, ayudaron mucho al PLD. La inversión pública en los primeros cuatro meses de este año se disparó a niveles jamás alcanzados en la historia dominicana.

Algunos calcularon mal, suponiendo que el Presidente podría jugar una doble carta pero jugó una sola y la jugó tal como lo prometió hace varios meses en la famosa reunión de Nueva York delante de dirigentes de su partido. Esa actitud del Presidente, contraria a sus deseos ocultos de cerrarle el paso a cualquiera que empañe su liderazgo absoluto en el PLD, especialmente a Danilo, fue derivada del miedo que produjo la amenaza de Hipólito Mejía de meter preso a muchos de sus más cercanos colaboradores.

Pero a los pueblos hambrientos no les importa de dónde viene el dinero cuando llega a sus manos. Por eso Félix Bautista es un líder en su comunidad y muchos lo veneran por sus actos de caridad.

Estas elecciones confirman nuevamente que para sacar del poder al PLD hay que llegar al día de las votaciones con ventaja de al menos un 10% en las encuestas y aún así son peligrosos y no fáciles de vencer. Eso le da el poder de gobernar por muchos años, estableciendo una dictadura de partido si no se produce un cambio radical en los procesos electorales, que no sería suficiente con la simple aprobación de la famosa Ley de Partidos.

Ahora viene un compás de espera. Darle la tregua necesaria a Danilo cuando asuma el poder, donde no habrá muchas sorpresas en cuanto a su equipo de trabajo, por los amarres previamente realizados. Lo ideal es que su gobierno no desate una cacería de brujas, como algunos de sus seguidores radicales querrán hacer de inmediato.

El sabor de la derrota es amargo y muy duro, pero hay que soportar lo que venga con estoicismo y la frente en alto. Nadie debe causar problemas ni generar disturbios porque ya todo está dicho. 

En el próximo artículo hablaremos del PRD y del futuro económico que nos espera.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas