La guayaba es uno de esos alimentos que difícilmente pase desapercibido al olfato y al paladar. Y es que su intenso aroma y sabor la hace inconfundible en cualquier preparación o su simple presencia.

Aunque es una fruta de temporada, puede conseguirse todo el año en los supermercados. También puede aprovecharse para preparar suculentos platos. Y aunque normalmente se consume en jugos, mermelada y dulces, esta deliciosa fruta combina a la perfección dentro de una receta salada. En salsas, por ejemplo, es un excelente acompañante para carnes y pescados.

Una fácil opción es rellenarlas con queso, carne, vegetales… llevarlas al horno, y ¡zas!, ahí tienes un aperitivo que puedes servir como merienda o cuando te llegue visita inesperada.

Consejo. Si se va a comer como fruta, se recomienda no mezclarla con otras. Esto así, para aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales. Y si lo que prefieres es comerlas en jugo, lo que se aconseja es que se consuma en horas de la mañana.
Existen más de 3,000 especies de guayaba y está compuesta por agua, fósforo, vitaminas A y C, riboflavina, proteínas, azúcares, calcio, hierro, tiamina, grasa y niacina…

Recetas

Guayabas rellenas de queso cottage

4 guayabas
8 cucharadas de queso cottage
2 fresas
1/2 taza de miel de abeja
8 hojas de hierbabuena

Preparación. Lavar muy bien las guayabas, las fresas y la hierbabuena. Partir las guayabas por la mitad y retirar las semillas con una cucharita, de modo que que den con forma de un pequeño cuenco. Rellenar la guayaba con un poco de queso cottage. Endulzar el relleno con la miel de abeja. Un chorrito es suficiente para cada guayaba. Parte las fresas en tiras delgadas. Colocar un par de tiras en el queso cottage. Terminar la decoración con la hoja de hierbabuena. La guayaba puede ser consumida con todo y la hierbabuena, de modo que resulte un bocado muy refrescante.

Fajitas de pollo en salsa de guayaba

4 pechugas de pollo, sin hueso y sin piel
6 guayabas grandes
1/4 de cebolla grande
1 diente de ajo
1 taza de vino blanco
Sal y pimienta, al gusto
Aceite de oliva, el necesario

Preparación. Limpiar las pechugas de pollo y partirlas en tiras gruesas; reserva. Apartar y licuar cuatro guayabas, la cebolla, el ajo y el vino blanco; sazonar con sal y pimienta al gusto. Macerar durante toda la noche las fajitas con esta mezcla. Freírlas por ambos lados en una sartén antiadherente; una vez listas, sacarlas y, en la misma sartén, sofreír la salsa durante tres minutos. Servir as fajitas con la salsa y decorar con trozos de guayabas.

Lomo en guayaba

2 libras de lomo de cerdo
3 tazas de jugo de naranja
9 guayabas
1 cucharada sopera de azúcar
1 cucharada sopera de mostaza
Aceite para freír
Sal y pimienta al gusto

Preparación. Dorar el lomo en aceite y partir. Poner las rebanadas de lomo en una sartén, añadir 6 guayabas partidas a la mitad, ponerlas alrededor del lomo y salpimientar. Licuar el jugo de naranja con azúcar, mostaza y 3 guayabas, y verter un poco de mezcla sobre el lomo. Hornear a fuego medio y continuar bañando de vez en cuando con la mezcla hasta que el lomo esté bien cocido. Puede servir con ensalada verde.

Smoothie de guayaba y menta

3 guayabas
1 cucharada de menta
1/2 taza de agua
1 taza de hielo
2 cucharadas de miel

Preparación. Cortar las guayabas por la mitad y retirar las semillas. Colocar en la licuadora junto con el hielo, el agua, la miel y la menta; reservar un poco de menta para decorar. Licuar o procesar todo, probar para rectificar los sabores y añadir un poco más miel si es necesario.

Mermelada de guayaba

2 libras de guayaba rosada sin piel cortada en trozos
2 tazas de azúcar
Una cucharada de zumo de limón
3 tazas de agua
Preparación. Poner a cocinar la guayaba en el agua, por diez o quince minutos. Colar y el agua que se usó para cocinarla se reserva. Se pasa la guayaba por un colador para obtener la pulpa sin las semillas y se coloca en una cacerola con el azúcar, el zumo de limón y taza y media del agua que se utilizó para cocinar la fruta. Se cocina a fuego medio por aproximadamente 20 minutos o hasta obtener la consistencia deseada, removiendo constantemente para evitar que la mermelada se queme en el fondo. Guardar en la nevera hasta el momento de su consumo.